Sánchez Dragó y su yoyó
Sin embargo, hay una cosa de Dragó que no deja de asombrarme: ese ego inmenso, reflectante y argentino que no deja de sacar a relucir en libros, artículos, columnas y entrevistas. Es una pena, porque con lo que ha leído, viajado, follado y visto, Dragó podría ser una enciclopedia viviente, un Richard Burton castizo. Pero escriba de lo que escriba, hable de lo que hable y con quien hable, Dragó parece que sólo tiene un único tema: Dragó. Salvo en algunas entrevistas a gigantes literarios (recuerdo ahora las vivisecciones fabulosas que les practicó, en vivo y en directo, a Torrente Ballester o a Kenzaburo Oé), la mayor parte de las veces parece que Dragó se entrevistara a sí mismo.

Por ejemplo, la primera vez que me llevó a Negro sobre blanco, me preguntó por la cita de Rilke que yo había puesto al frente de Nanga Parbat, e inmediatamente espetó: '¿Sabes que yo también cité a Rilke en mi primera novela, Eldorado: una cosa es cantar a la amada y otra a ese escondido dios de la sangre?'
-Y culpable -dije yo.
-¿Cómo?
-Escondido y culpable -corregí con mi rencorosa memoria de elefante. Recordaba muy bien ese verso de Rilke-. Escondido y culpable dios fluvial de la sangre.
Dragó se me quedó mirando con una mezcla de estupor y recochineo, como el torero que de repente se encuentra desarmado. Pero lo que vale de la anécdota es la infinita capacidad dragoniana de llevárselo todo a su terreno. Es como en aquella historia que contaba Buñuel de García Lorca, cuando el primero le dijo que no soportaba del segundo el hecho de que no hiciera más que hablar de sí mismo.
'Eso no es cierto' -dijo Lorca-. 'Y para demostrarlo, vamos a hacer una cosa. Vamos a decirnos lo que cada uno piensa del otro, sin dejarnos nada en el tintero. Empieza tú'.
Buñuel dijo que opinaba de Lorca esto y esto. Se tiró media hora hablando. Lorca unas veces asentía y otras negaba con la cabeza en silencio. Al final, cuando le tocó el turno a Lorca, dijo: 'Bien. Ahora voy a decirte lo que pienso de ti. Tú dices que yo soy así, pero en realidad yo...'.
Dragó es igual. Hace un libro explicando porque no es español. Cita docenas de opiniones de otros escritores (incluido servidor de vds.) sobre Dragó. Hace un libro al estilo capotiano sobre el asesinato de su padre, pero el verdadero tema del libro es, oh sorpresa, Dragó. Se le olvidó que uno de los valores fundamentales de A sangre fría es que jamás aparece la palabra 'yo', su favorita.
Cualquiera de sus artículos semanales en El Mundo es un perfecto ejercicio de ombliguismo. Yo, yo, yo... Mío, mío, mío... Recuerda a las gaviotas voraces de Buscando a Nemo o a Dustin Hoffman encarnando al Capitán Garfío. Si escribiera en inglés, las columnas de Dragó parecerían colecciones de palotes y sus renglones, peines. Padece de yoísmo, que es un ego gordo y el otro lo mismo. Una vez me recriminó cariñosamente mi equivocación al respecto, cuando le dije que no podía ser budista y poseer al mismo tiempo un ego del tamaño de Albacete:
-Es que yo no tengo ego, David. Tengo 'yo' profundo.
Fernando, si te caes de él, no te matas. Te pierdes.
36 Comments:
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAAJA
A mí, confieso, me encanta él como personaje. Me parece fastuoso. Me encantaba la forma en que sacaba los pies del tiesto en el informativo de autor de Telemadrid. Creo que, sobre todo, es un provocador, aunque no es tan transgresor como le gustaría y, desde luego, sobre todo en lo que se refiere a los viajes, tiene tantos prejuicios como asegura despreciar. Dicho esto, se merece el mote de Fernando Sánchez Drayó, que le queda que ni hecho a medida.
Un abrazo
Javier
Conocí personalmente a Dragó en Japón, pocp antes de la celebración en Nagoya de la Expo Universal de Aichi, hace tres años, cuando yo andaba por esos pagos de periodista. Había leído antes casi todo lo que había escrito, que evidentemente rezuma por todos los poros ese egocentrismo del que habla vuecencia. En persona, sin embargo, me pareció mucho más comedido. En ningún momento quiso aprovechar sus muchos conocimientos para imponerse sobre este humilde agenciero, sino todo lo contrario. De aquel primer almuerzo con él me quedó sobre todo el poso de la tremenda pasión e ilusión que derrochó a diestro y siniestro, muy curiosas, pensaba yo entonces, en una persona de su edad.
Pude cenar con él, meses después, en Tokio en un lujoso tugurio (no es una contradicción esto que digo, al menos en Japón) en compañía de su mujer, Naoko, y varios periodistas murcianos que también acudían a Aichi. En esa cena organizada por él y pagada por la comunidad murciana, de nuevo arrasó a la concurrencia con su verbosidad, sus anécdotas subidas de tono sobre aventuras sexuales en Japón, pero, por encima de todo, con su entusiasmo para acometer lances espirituales o viajeros, daba igual. A esto, la bella Naoko asistía imperturbable, pese a que era la protagonista directa de algunos de esos sucedidos más que picantes.
A lo que voy. Sí, estoy de acuerdo en que la ampulosidad de Sánchez Drago se yergue cual desmesurado lingam de Shiva sobre su ombligo. Pero creo que esa pasión de la que hablaba antes, esa rebeldía iconoclasta y decididamente parcial, según le sople un viento u otro en su repleta mollera, son suficientes para brindar por su nombre, ya sea en Japón o en Atocha.
Recuerdo cuando en octubre de 2003, estando por entonces en Moscú de corresponsal, me tocó viajar a la pulverizada Chechenia. Mi vecino de camastro en el cuartel ruso que acogió a la prensa fue Daniel Utrilla, corresponsal de El Mundo y estupendo camarada de armas. Pues bien, dejamos el miedo y el nerviosismo junto a nuestras polvorientas botas al pie de la cama, y pasamos cerca de dos horas en la madrugada chechena hablando precisamente del inefable Dragó. No creo que ninguna de las alabanzas y reseñas que le han dedicado al susodicho a lo largo de su vida haya tenido mayor valor que aquella charla sobre su obra y persona (prejuicios incluidos) susurrada por dos periodistas acojonados de miedo, pero disparatados de entusiasmo literario, en una ominosa barraca militar rusa de las afueras de Grozni.
Un abrazo
Nostromo
Mi muy estimado y sin embargo David:
Reconozco que en el trato cercano (la "corta distancia" de los horteras)el señor Dragó es amable, simpático y tiene un muy saludable punto de cachondeo. Pero, como "escritor" y "pensador"... Sólo debemos fijarnos en dos de las últimas perlas con las que nos ha obsequiado. La primera es ese artículo en El Mundo donde reconocía haber solventado ciertos problemas en Mali aflojando unos billetes al policía de turno. No contento con semejante ostentación, pasaba a pergeñar un delirante discurso acerca de por qué es preferible la corrupción al papel del estado. Lógico. Los verdaderos viajeros, por aquello de la esencia, van a lugares donde los turistas no llegan y donde unas pocas monedas te solucionan caulquier problema. Quizás el señor Dragó huye de donde hay turistas porque donde hay turistas hay un poquito más de prosperidad y, sobre todo, hay mayor información sobre el cambio de moneda, por lo que no es que no quepa el soborno, sino que el soborno sale más caro.
Claro que es el mismo personaje que en su programa echaba pestes de los que piden protección para la vivienda o seguridad social universal, acusándoles de pretender la sopa boba al tiempo que lleva treinta años haciendo programas en televisiones públicas que, si no recuerdo mal y según confesión del mismísimo, no tendrían cabida en una televisión privada sujeta a competencia. Y no me meto en el jardín de discernir si el programa de Telemadrid fue o no un regalo por el leal activismo político ejercido durante años.
Por otro lado, el puñetero, al que preparan los libros, que se queja de cualquier gobierno que le haga pagar impuestos, que se queja en público de cualquier marca que no responda con regalos a su mención en su programa, el del ínclito, que se queja de cualquiera que viva su vida cuando él está presente, al fin y al cabo, suelta en una entrevista que es favorable al sufragio censitario. La entrevista salío publicada unos pocos días después de las últimas elecciones, y se entiende. A ver si ahora vamos a tener democracia para que cada uno vote lo que quiera y no lo que Dragó diga. Él se amparó en el socorrido recurso "mi voto no vale lo mismo que el de un consumidor de telebasura". Mire, ahí le doy la razón. El voto de Dragó no vale ni eso.
A mí no me resulta simpática Esperanza Aguirre, ni la deseo para presidir ni el gobierno, ni la Comunidad, ni la junta de vecinos de mi escalera, pero desde que le ha salido semejante defensor, reconozco que una punzada de cariñosa lástima sí que siento por ella.
De Gárgoris y Hábidis mejor no hablamos.
Iván Diez, vicepresidente de la P.V.B.C.E.T.R. (Plataforma "Viva Benidorm" Contra El Turismo Rural)
Lo del ego no importaría, si no fuera porque cuando alguien lo menciona, dice "¿yo vanidad? Pero qué va". Es como si un pavo real te dice "¿yo cola? pero dónde, dónde"
Por cierto David Torres, como nadie te lo ha dicho lo digo yo. Tu "Sánchez Dragó y su yoyó" ha sido una entrada muy valiente. Se te ve curtido y aplomado.
Sánchez Dragó tiene un ego catedralicio, sin duda, al estilo Umbral o Cela. Sólo que estos últimos jugaban a caer mal y Dragó juega a caer bien. Porque, aunque discrepes de cuanto´dice y hace,es un tipo que te cae majo, quizá porque se muestra tal cual es, lo que en el mundo literario es bastante raro. En cuanto a su obra, me temo que es de esos escritores más conocidos que leídos, lo cual tampoco está mal.
Ricardo Corazón de Melón
La última frase es espectacular, Sr. Torres.
Muy buen artículo.
¡Pero David! Este artículo es una canallada. ¿Cómo le haces esto al casero que te arregló tantas veces las tuberías y los desconchones cuando fuiste su inquilino?
Tiene ego, vale. Pero eso no es lo peor, lo peor es su pedantería impresa, hablando hasta tiene gracia.
Puestos a despellejar a su eminencia, hablemos de lo rata que es.
Melondongo
Aquí, entre los lectores de este blog, hay muchos escritores o aspirantes.
Quien de ellos diga que no tiene ego que lance la primera piedra.
Nostromo
Hola amigo escritor.
Tu te metes con Dragó porque al hablar de los demás termina hablando de sí mismo, y haces lo propio con la anécdota de la cita de Rilke.
"explicando porque no es español" se pone "explicando por qué no es español"
por lo demas, un bonito post
Me gusta tu blog, David.
Deliciosa cultura jamonera de extracción humilde.
Leeré alguno de tus libros.
Saludo
Érase un ego a un superyó pagado
Érase en la factura el puto IVA
érase ese vecino, sí, el de arriba,
érase un pijo con el glande airado,
érase una española en el mercado,
érase en el listón la mosca esquiva
éra el punto en la i y en comitiva
la diéresis la vírgula y el grado.
Erase sobre el tono el detonante,
era en el coso puerta grande y diestro,
era Sanchez Dragó de sí humillado.
Érase en el delito lo flagrante,
dracónico melón, tan padre nuestro,
que hasta en el culo fuera el más logrado.
Yoyoyoyotravezyo García.
"...Aquí, entre los lectores de este blog, hay muchos escritores o aspirantes. Quien de ellos diga que no tiene ego que lance la primera piedra..."
¡Clonk!
(es broma)
Abrazos,
Pedro de Paz
Yo no tengo ego y aspiro a escritor. Es más, tengo tan poco ego que ni siquiera aparezco en mis fantasías sexuales.
Fdo: Avergonzado
Es un impostor,... y "los impostores siempre han despertado en mí una irreprimible atracción", como dije De Prada en su columna hará un mes.
Lobo Errante
Javier, ya te dije que a mí también me gusta. Lo del ego sólo es un defectillo que además, como apunta Nostromo, no se nota en vivo y en directo.
Querido Nostromo, a Dragó le encantará saber que pensarais en él en medio de las bombas.
Iván, ya sabe Vd. que Dragó como personaje público practica mucho la provocación y la contradicción. No le entre al trapo.
Juan, gracias por sus piropos, pero o conozco poco a Fernando o sé que le encantará esta entrada y se reirá un buen rato.
Ricardo, tiene Vd. razón. Dragó es uno de los últimos escritores inmediatamente reconocibles por un público no lector.
Eysmont, gracias, la saqué de un chiste de irlandeses.
Melondongo, no sea Vd. malvado.
Vemga, tiene Vd. razón: confundí una interrogativa con una causal. Por lo demás, creo que mi ego es bastante más pequeño y manejable que el de Dragó. Pero dejemos de hablar de mí, ¿qué le parece mi blog?
Gracias, Maribel, yo encantado y mi ego más.
Querido García, veo con estupor la hora a la que colgó su magnífico soneto dragontino. Tres sonetos en una semana, vaya record.
Pedro, tiene Vd. toda la razón, pero hay egos y egos. Yo he conocido a algunos actores y le aseguro que el de los escritores (Dragó incluido) sólo serviría de llavero a su lado.
Avergonzado, participe.
Lobo, no creo que Dragó sea un impostor sino un provocador nato. No sé por donde andará ahora, yo, desde aquí le mando un abrazo.
Me ha gustado mucho el post.
Aunque para hablar de Dragó, hables sobre todo de ti...
Un saludo
Apreciado David:
Como comentaba en una ocasión con el amigo Javier Puebla, Dragó, como tal, no deja de ser un personaje creado por Fernando Sánchez Dragó. Un personaje al que su autor imprime determinadas caracteristicas que le son propias pero potenciadas, amplificadas y multiplicados por mil. Si desmontamos esa amplificación, Fernando Sánchez Dragó no deja de ser una persona de caracter algo peculiar con un ego no menor que el suyo o el mío -bueno, quizá un poco mayor- y una amplia y extensa cultura de la que se puede permitir el lujo de hacer gala y que algunos tienden a confundir con pedantería (sin que quizá les falte algo de razón aunque no tanta como pretenden).
Abrazos,
Pedro de Paz
Caracoles! David, elogio sus fintas y estocadas dialécticas. Y bendito sea el ego si éste al brillar infunde un poco de sapiencia en las seseras más duras, como ésta del que aquí suscribe.
Tienes. Hace años conocí a una especie de Dragó mejicano. Hablaba del desprendimiento y de cosas así, y a mí se me ocurrió preguntarle por su ego (uno que es un poco cabrón de vez en cuando; me enfadé porque había puesto verde a una de mis musas Condolezza Rice). Casi me mata con la mirada. Al menos el español tiene sentido del humor, el mexicano, ninguno.
Por Poseidón!
Le propongo que cambie la denominación de origen de su blog y pase a llamarlo "Davisón y los Egonautas".
Partamos raudos en busca del Meloncillo de Oro
JAJAJAJAJAJA.
Un abrazo trasatlántico, Nostromo.
Tocayo, sí, yo tampoco ando falto de ego.
Liberty, es que tiene usted unas musas que no me extraña que sea gay.
Alguien ha recurrido en este debate a la autoridad de Javier Puebla.
No cunda el pánico, he neutralizado la destrucción del blog de David con un antídoto, consistente en afeitarme el bigote, introducir los pelillos en un sombrero y lanzarlo al mar, entonando un Credo gregoriano.
Mondongo Gómez
Estimado Mondongo:
Fui yo quien invoqué dicha autoridad. Javier Puebla, amén de buen connoisseur de la fauna literaria de este país, es un muy buen amigo. Si tiene usted algo en su contra, ahí no me meto pero si alberga usted intenciones de ofenderlo, lo espero en la tapia de los Carmelitas a la una. Lleve padrinos.
Un saludo,
Pedro de Paz
Estimado Pedro de Paz:
No ha especificado usted si el encuentro será a la una de la tarde o de la madrugada, ni si la susodicha tapia es la del convento de los carmelitas descalzos o la de los carmelitas express.
Cierto es que yo no soy mondongo, pero por pegarse contra Javier Puebla, que no quede.
Fdo: Barri Lindo
Bueno, venga, vale... Aprovecharé que hoy estoy con el sindrome D'Artagnan. Con Mondongo a la una PM y con Barri a las dos PM. ¿Alguien que tenga libre a las tres y quiera?
Carmelitas Descalzos esquina Adventistas del Séptimo Día con Botas de Agua (semiesquina a Plaza de los Capucinos Expresso).
S.R.C (Se Ruega Confirmación)
Abrazos,
Pedro de Paz
Señores, haya paz, que Javier Puebla, además de amigo, fue mi sucesor semi-nadalino.
Don Pedro, su sentido de la amistad le honra. Hágame el favor de envainar su estoque, que yo me conozco a los Mondongos y están de cachondeo, más que otra cosa.
Bueno, bueno... Siendo así... Porque usted me lo pide que si no... aquí iba a arder Troya... Al Puebla ni tocarlo.
(Ufff... Menos mal que el Torres ha estado al quite. Hay que ver en que líos me meto yo solo por soplapollas)
Abrazos,
Pedro de Paz
Pues menos mal que ha envainado(el estoque), señor de Paz, porque entre la ciática y el bello y primaveral florecer de la hemorroides que padezco, bonito duelo me habría quedado.
Suyo hasta las calandracas
Barri Lindo
Pues demos gracias al cielo, querido Barri, porque a mí esta reuma sesina tampoco crea usted que me trae por buen camino.
Esta visto que a ciertas edades estamos más para quebrantos que para duelos.
Abrazos de acreedor (o de cuñado que se pasa por tu casa a la hora del vermut),
Pedro de Paz
Acabáramos!!
Hete aquí que el Periquillo Armisticio y el Barrilete Modosillo hacen las paces y dejan a la clientela sin sangre y sin siquiera una cuchillada rufianesca.
No es así, señores, no es así. Me veía yo porfiado de que aún quedan caballeros en estos lares y no todo es carne de mequetrefe y mamoncillos pelagatos. Anímense caballeros, siquiera un par de estocadas y un amago de puñalada trapera con la vizcaína, y denle solaz a este amodorrado pueblo de las Españas.
A sus órdenes, a pie de tapia, en cubierta de navío o en este menesteroso lugarejo de Maese Torres.
Morgan el Negro
Pst. ¿Alguien se ha dado cuenta de que el post sobre el ínclito Dragó es el que ha obtenido más comentarios en todo el melonar? Ni las mamadas, vaya.
Si ha leído esto, probablemente todos hayáis contribuido a inflarle...
... el ego un poco más.
Un besote desde Montevideo, David. Disfruto mucho con tu blog.
Estimada senoritascarlata.
Donde esté Dragó dando por saco que se quite una mamada.
Querídisimo Morgan:
¿Se conforma con un duelo a parchís a primera ficha?
Fdo. Barry Lindo Viiiite, primo argentino del anterior
Yo lancé la primera piedra y les alabo el talante, pero voy a ir hasta el final.
Dragó tendrá el ego más grande, pero Puebla le gana porque tien más, en número: colecciona egos y con uno de ellos ha llehado a decir, tan feliz
"nadie hasta ahora había hecho lo que he hecho yo..."
¿Escribir una obra de la trascendencia del Quijote?
No: vender relatos escritos en tarjetas de visita de plató en plató, como un mendigo, lo que llamaba un poco la atención habida cuenta de su tren de vida.
Hala, que lo defiendan sus amigos que para eso están.
Mondongo.
Querido Morgan: lo lamento pero me temo que se va a quedar usted con la miel en los labios. Aquí lo que hay es mucho caballero de valentía esquiva y gallardía de prestado, con el "Voto a tal" y el "¿Cómo osa vuesa merced...?" despuntando en los labios pero que cuenta de antemano con amigos (como el Sr. Torres) dispuestos a intervenir en el momento oportuno. Es la táctica del "Sujetadme, que lo mato... sujetadme... ¡pero sujetadme, coño!" Si no, ¿de qué me iba a meter yo en estos berenjenales? :-)
Apreciado Barri: Lo del parchis está bien. O cualquier otro lance por el estilo. Mientras no sea al "Dominó a pito doble tocante" (con perdón)
Estimado Mondongo: No dejo de reconocer que el Sr. Puebla es un tipo de caracter peculiar y en esa peculiaridad está su gracia (que alguno ven y otros no). Pero si rascamos el barniz, debajo de la primera capa aparece un buen escritor, una gran persona, un amigo leal y un fiel camarada. Al menos a mí jamás me ha demostrado lo contrario y para mí, los amigos son sagrados. ¿Lo de su ego?. Nadie es perfecto. Quizá sea cierto es que esté un poco inflamado pero no es nada que empañe el resto de sus bondades, se lo aseguro.
Abrazos a todos,
Pedro de Paz
Pos vaya mierda de pelea...
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