l Tropezando con melones - Blog de David Torres: Che, el valenciano (o viva Chufa libre)

David Torres, escritor, guionista y columnista

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domingo, 7 de septiembre de 2008

Che, el valenciano (o viva Chufa libre)

Anoche estuvimos de parranda mi amigo Mijangos y yo, recalando en diversos antros para dar solaz al hígado. Una de las paradas obligatorias tuvo lugar en el Bukowski, en la calle San Vicente Ferrer, una especie de ataúd adosado regentado por el bueno de Carlos Salem donde habitan diversas especies y donde Gonzalo Torrente Malvido practica eternamente en la barra su papel de poeta de terracota. Al final, como siempre, acabamos en el Honky.

Entre los principales temas que tocamos en nuestra tertulia a dos voces, estuvieron:

-el cine de Fellini.
-la novela que Mijangos ha interrumpido.
-la novela que estoy a punto de irrumpir.
-la decadencia de los pantalones vaqueros que aplanan el culo femenino en plan refajo total.
-la decadencia de Tawny Kitaen.
-la decadencia del cine italiano.
-el incomprensible auge del cine de superhéroes.
-las similitudes entre Batman y el Che.

Aquí nos detuvimos, porque acababa de estrenarse la película de Soderbergh sobre el Che, y a ambos nos llamaba la atención que le hubiese puesto el siguiente título: Che, el argentino. ¿Qué iba a ser si no? ¿Valenciano?



Conste para empezar que Soderbergh es uno de los directores más sobrevalorados del cine actual. Su debut con Sexo, mentiras y cintas de video hizo exclamar a la crítica que estábamos ante el nuevo Orson Welles, pero eso es tan arriesgado como decir que Almódovar es un director de cine (todo el mundo sabe que es cantante folk). Su plagio serial de Ocean's Eleven es como para vomitar y su versión del Solaris de Lem, una de las pocas películas que me ha hecho pagar seis euros por una siesta. Así que Mijangos y yo nos dedicamos a pensar en cómo mejorar el guión.

Mientras Valencia languidece bajo una férrea dictadura de derechas, el Che Gabbana, un veterinario de Gandía (de buena familia, pero concienciado y tal) encuentra la fórmula para revitalizar la horchata: viva chufa libre. Le comunica su idea a su amigo Fidel, un abogado a punto de terminar la carrera que está harto de la explotación brutal del litoral valenciano y de la manipulación ideológica de las Fallas. Él quiere ser ninot. Más aun, quiere ser fallera mayor. Para conseguirlo, ambos se dejan barba, se visten de guerrillero comansi en Coronel Tapioca y deciden fumar puros en lugares públicos. Protegidos por hordas de irreductibles barbudos, desembarcan en Benidorm, se atrincheran en La Albufera y, poco a poco, amparados por tóxicas nubes de humo, la horchata ideológica que promocionan resulta un éxito total. Derriban la repugnante dictadura de derechas y en su lugar diseñan una bonita dictadura de izquierdas. Fidel se hace fallera vitalicia y el Che, ninot. Fusilan gente, pero siempre en buen plan. Odian a los poetas maricones, pero no como esos homófobos fascistas, sino en nombre de la revolución. En medio siglo de paciente labor de gobierno logran que un enorme burdel de lujo se convierta en una limpia, decente y proletaria casa de putas.

Pero antes, Che se pone al frente de varios ministerios y consigue hundirlos todos en poco tiempo. Visita China y allí se aficiona a la cerveza Mao. Entonces la Coca-Cola se mosquea ante el auge de la horchata y envía una contraoferta a los trabajadores del sector agrícola murciano, donde Che ha ido para promocionar su barba. Los murcianos no le hacen el menor caso (quizá porque les habla en valenciano cerrado) y el Che cae en una emboscada antitabaco. El hombre muere, pero empieza el mito. Todo el mundo descuelga la estampita de Cristo y coloca en su lugar un póster del nuevo santo. Se pone de moda la barba revolucionaria, estilo Cristo. Sale una nueva etiqueta de ropa de marca: el Che Gabbana. Fin.

(En la foto, el Che probando el irresistible sabor de la horchata)

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36 Comments:

Blogger Libertymad said...

Soderbergh es un director malísimo. Ya era hora de que alguien lo dijera. Creo que la Comunidad de Valencia debería contrataros a tu amigo y a ti para esa peli alternativa del Che, sería divertidísima.

7 de septiembre de 2008, 13:05  
Anonymous Anónimo said...

Muy bueno el guión, pero te has equivocado, esa foto no es del Che tomando horchata. Es un fotograma de El Planeta de los Simios.
Toomey B.

7 de septiembre de 2008, 17:12  
Anonymous Anónimo said...

¿Y que decían ustedes que contenían esos copazos en el Bukowski? ¿Algún cigarrito de la risa de por medio? Porque de pergeñar ese delirante guión -que no dudo sea mejor que el de Soderbergh- a empezar a ver dragones de colores sólo hay un paso. Muy pequeño.

Abrazos,
Pedro de Paz

PS.- ¿Estará usted presente en lo de Urceloy en el Bukowski?

7 de septiembre de 2008, 21:41  
Anonymous Anónimo said...

Por Dios, David, no sé qué clase de cócteles ponen en el Honky, pero voy a pasarme pronto a probarlos antes de que la policía haga una redada y acabe con ellos.

Coincido en que Soderbergh está sobrevalorado, pero la mayoría de sus películas, incluso las fallidas, me parecen valientes. Sí, vale, también Solaris.

7 de septiembre de 2008, 21:48  
Anonymous Anónimo said...

Llamar "decadencia" a lo de Tawny Kitaen es una muestra de la caridad cristiana de la que hacen gala el señor Mijangos y usted en cuanto se emboligan. Pobrica, qué lodos salen de según qué polvos...Fdo: Naomi Cuerdo, partera de gorrinos

8 de septiembre de 2008, 7:35  
Anonymous Anónimo said...

Me ha interesado el tema de la decadencia de los vaqueros que aplanan el culo ¿qué decíais?
La historia, genial, por lo delirante.
Un abrazo

8 de septiembre de 2008, 9:50  
Blogger David Torres said...

Liberty, Soderbergh es malo con avaricia. Pediremos una subvención, pero no creo.

Toomey, si algo no se le puede negar al Che es que era fotogénico. Lo demás, todo.

Don Pedro, iré a lo de Urceloy, si puedo.

Rubén, no es el Honky, es Mijangos, que es así de bruto y saca mi lado menos cool.

Naomi, que le Kitaen lo Tawnyao.

Oyana, la historia fue así, poco más o menos. Lo de los vaqueros planchanalgas es terrible. Fellini se cortaría los ojos. Otro día hablaré de las bragas al bies.

8 de septiembre de 2008, 10:13  
Blogger H.Wells y X.Bea-Murguía said...

¿No va a salir nadie en defensa del Che? Venga, anda. Que estoy un poco aburrido.

Me voy a guardar mi opinión, agazapadico aquí, hasta que empiecen las chufas.

Juanma Guanto Larisa

8 de septiembre de 2008, 12:50  
Anonymous Anónimo said...

¡Coño!. Ahora me entero que la Kitaen estuvo en el maco por agujerearle la chola a su gachó con el tacón de su zapato, (que no se entere Bibiana Aído que le/la/los/les hace un monumento. También le colocó una cumplida cornamenta a su marido David Coverdale, (sería por los gritos, y éste se dio al alcohol, a la vida muelle y a las baladas coñazo). Y uno que creía que la jaca era feliz con el cenutrio de Tom Hanks y sus hijo Forrest Gump y sus amigotes gamberros, (la mayor parte en el hoyo, espero. Y de todo ello se entera uno después de una frase tan inocente como: "jodó, ¿cómo se llamaba la tipa de despedida de soltero?, ¿y qué hacía con Tom Janks?. Con lo bonito que es conservar la inocencia, pero con míster Torres es imposible... Run, Forrest, run!

8 de septiembre de 2008, 22:10  
Anonymous Anónimo said...

Hola:

Pues no había leído nada tuyo, David. Esta entrada y tu último artículo en Ámbito Cultural me han gustado mucho. Una prosa descarada, segura, con mucha personalidad, valiente en la opinión. Sí, señor; un directo de izquierda (es un decir).

Saludos noctámbulos.

P. S.: Creo que me ha gustado más el artículo.

9 de septiembre de 2008, 3:58  
Anonymous Anónimo said...

Soderberg es Orson Welles comparado con los directores españoles, en especial con el "genio" Amenabar.

9 de septiembre de 2008, 19:45  
Anonymous Anónimo said...

Absolutamente de acuerdo en la sobrevaloracion de Soderberg, gran fiasco del buen hacer. Intragable la franquicia Ocean's....Aunque hay que reconocerle la magnifica Traffic, y Out of sight, contagiada de Tarantinitis en grado casi agudo, pero bastante entretenida.

En cuanto al comentario de Terminator, que habla siguiendo directrices sectaristas, decirle que ya habria querido Soderberg firmar peliculas como Tesis o Los Otros. Amenabar es un puto crack, y quien lo niegue es un pobre ciego. O como minimo no tendra cojones para sostener el argumento.

9 de septiembre de 2008, 20:48  
Blogger H.Wells y X.Bea-Murguía said...

Yo lo niego. Amenábar es terrible. "Más adentro" sostiene una opinión sectaria sobre la eutanasia, deformando (psíquicamente, se entiende) al personaje protagonista, que era todo menos lo que aparece en la película. Bastante tirano con la familia que lo sostuvo y con Ramona Maneiro y, desde luego, la muerte, grabada, no tuvo nada que ver con ese Bardem haciendo el sapo (Amenábar obvió los espumarajos y los esputos típicos del estertor). Bardem es buen actor, así que se lo atribuiremos al director. Eso sin hablar del cura que saca, que amenaza con la condenación eterna a un tipo que está ya condenado a una cama y lo que se le está haciendo eterno es la vida. Este personaje, único que defiende la tesis anti-derecho a morir dignamente, es patético.

Este tío sí que es sectario. Madrecita. "Million dollar baby", eso sí que es un PELICULÓN. Clint Eastwood si que me pone.

Todo esto, de primera fuente, que el Sampedro era del pueblo de mi padre (Boiro) y ya sabemos cómo son los pueblos. Lo mejor de esa peli es la playa de las Furnas, que ni Amenábar la puede estropear porque es uno de los parajes más maravillosos que existe.

La mayor parte de los efectos de A.A. no son inspirados en Alfred Hitchcock: son copiados. Es como el Mastropiero del cine español.

"Tesis" es una trama primeriza bastante bien montada, es verdad. Lo que pasa es que montar una trama es fácil: ¡oh! Parece que alguien ha matado a alguien... Ya tenemos la intriga. Lo chungo de una trama es el desenlace y, perdona, pero en "Tesis", el asesino es el mayordomo.

La que hizo después, la cartesiana, es buena, buena, buena. Osea que la imposibilidad de distinguir la vigilia del sueño, ¿no? Ah. Vale. ¿Y qué? Es facilona a más no poder porque, de nuevo, no la resuelve. Te deja ahí, con la picha hecha un lío, y te vas a casa y como no sabes distinguir la vigilia del sueño, te metes un valium y, venga, a distinguir. ¡Por Dios! Eso ya lo hizo Calderón de la Barca, pero bien hecho.

Podría seguir con "Los otros", que sí está bien resuelta, es verdad, pero se lo dejo al siguiente puto ciego que quiera opinar sobre Amenábar.

Espero haberlo razonado bien.

Un puto ciego (me gustan las pelis en Brailley).

9 de septiembre de 2008, 22:31  
Blogger H.Wells y X.Bea-Murguía said...

Perdón, quise decir POBRE ciego. Me he dejado llevar por el entusiasmo.

El mismo POBRE ciego

9 de septiembre de 2008, 22:33  
Blogger David Torres said...

O sea, que pongo a bajar de un burro al último santo del siglo XX (el Che) y van Vds. y se ponen a hablar de cine. Manda cojones, ya no se puede provocar a nadie. Menos mal que no han venido aquí los montañeros a despotricar sobre el pobre tratamiento que hemos dado en el guión a Sierra Maestra.

Mi opinión coincide bastante con Terminator, aunque matizando: Soderbergh es una puta mierda. Amenábar, otra. La diferencia es que Amenábar en su puta vida podrá rodar algo como la primera parte de Traffic. Es el mayor plagiario del cine moderno. Tesis es una mala copia de Hardcore, de Schrader. Abre los ojos es basura con planos calcados de El último hombre vivo y de aquella peli malísima de Keanu Reeves y Al Pacino en que el diablo se hace abogado. Abre los ojos es la copia, punto por punto, de un docudrama que se hizo en Telemadrid y del que Amenábar compró los derechos. Coincido plenamente con el análisis de Javier: es una película ridícula, tendenciosa y soplapollesca a más no poder. Comparar al cura de Million Dolar Baby con el pobre soplagaitas en silla de ruedas lo dice todo sobre Amenábar. Es un tipo que rueda muy bien pero no ha leído más que algún guión de cine. El se lo guisa y él se lo come, todo, así, como si fuera Bergman y Woody Allen (costumbre muy arraigada en el cine hispano que, claro, así nos va), pero es que encima pone la música. Los otros es un batido megamix de varias pelis, a saber, la trama la sacó de El sexto sentido y la ambientación (caserón, criados, época) de Fantasmas, la adaptación de Otra vuelta de tuerca, de Henry James.

Franz, a mí también me gusta más el artículo de Ambito. Es que Shalamov es mucho Shalamov.

9 de septiembre de 2008, 23:34  
Blogger Bárbara said...

Mi padre se confundió y me bajó Más adentro en vez de Mar adentro. Aún siendo porno, resultó ser mucho más interesante que la peli de Amenábar...
pero, por supuesto, no me puso tanto como Clint Eastwood y su chica del millón.
Y bueno, el Che no estaba tan mal. la culpa la tienen, como siempre, los publicistas.

9 de septiembre de 2008, 23:54  
Anonymous Anónimo said...

En mi parecer, y sin querer insultar, ni faltarle al respeto a nadie, el sujeto Amenábar me parece un tipo de esos listos, pero listos, listos que se pasean por el panorama español cultureta. Un tipo listo como un gato que en viendo el modelo de mierda del que gusta el mayormente sin criterio público patrio a la hora de hacerse un cine, ha sabido suministrar unas pocas dosis de verdadera y odorífera basura sobre ese gaznate irredento. Calificarle de cineasta o similar es darle un grado que no se merece. Pero jamás le negaré su astucia: se propuso ser rico y ahí está, descojonándose de todos tras los setos de sus diversos chalets.

Para mi oprobio diré que el Solaris del Sososoderberg (o como se escriba) me gustó. Tal vez porque la chica estaba bastante buena o por la música de Cliff Martínez, no sé. Lo siento.

Y que he visto lo del Che, el chileno o parecido, pero que me reservo la opinión hasta que no salga la segunda parte, aunque como pildorita les comunico que el actor que hace del Fidel -sin entrar en ideologías- hace un trabajo extraordinario, y solo por verle merece ya la pena no tirar los siete (Qué verguenza, siete) euros a una papelera.

POr cierto, entrañable Torres, qué buenorra estaba la Kitaen disfrazada de Gwendoline.

Yosíiréalbukowsky García

10 de septiembre de 2008, 5:39  
Anonymous Anónimo said...

Entiendo vuestros justificados argumentos contra Amenabar: los tipicos, que es español y no se reconocera que Los Otros es una pelicula extraordinaria (hecha por cierto a la vez y no despues que El sexto sentido, David, repasa tus datos); que Abre los ojos es excepcional especialmente para ser de un chaval de 25 años en un pais donde literalmente no existe el genero de la ciencia ficcion, cero tradicion (y que si habla de lo de siempre, y sugiere con ello algunas cosas interesantes en medio de ese aparente nihilismo, bienvenido sea; acaso Matrix, aparte de ser un goce para echar el rato, aporta algun mensaje no dicho ya mil veces?); que Mar adentro tuvo el beneplacito de la familia de Sampedro, cosa que no debe mezclarse de todos modos con la objetivamente excelente factura e interpretaciones (como si muuuuchos curas no fuesen una puta parodia de si mismos, que esa es otra). Y que evidentemente Tesis ha sido la mejor opera prima hecha en España en mucho tiempo por un tipo con los 23 recien cumplidos. Que el asesino es el mayordomo...y? A mi me interesa en esa pelicula el pulso narrativo, el partido que saca a un edificio y una casa, la frescura con la que se cuenta la historia y te distrae dos horas. Como si en los clasicos no estuviera todo esterotipado, manda cojones.

Que plagia? Joder, nos arrodillamos ante el Dios Tarantino (claro, es americano, ergo homenajea y reinterpreta...y un cuerno, y conste que no pongo en duda su maestria) En fin, aun es joven y el tiempo dara la razon de si lo poco que ha hecho no es mas que el preludio de lo que puede hacer, el potencial es brutal, de eso no hay duda. Que se diga que es un intelectualoide aprovechado si es una formidable soplapollez.

Alberto
(el de antes)

10 de septiembre de 2008, 9:11  
Anonymous Anónimo said...

¡Hombre, García, cuanto bueno por aquí! Ya pensé que había emigrado usted a las Maldivas o algo así.

(Sobre cine, ¿pa que voy a opinar si lo principal ya está dicho? Y aún así, a mí si me gusta el cine de Amenabar -no todo-. El tipo sabe filmar, no me cabe duda. Claro que los cámaras del National Geographic también y no por ello hacen películas de la hostia, pero es de justicia reconocer que Amenabar tiene momentos muy buenos)

Abrazos,
Pedro de Paz

10 de septiembre de 2008, 9:13  
Anonymous Anónimo said...

Por cierto, que se que esto es un tira y afloja sin solucion, nada mas lejos que convencer a nadie, eso queda claro con la apreciacion unanime de Million dollar baby, ese desproposito a partir de la segunda hora de pelicula mas cercano a una sobremesa de antena tres que a una pelicula seria. Aceptando el hecho de que es uno de los ultimos clasicos vivos, con varias obras maestras en su haber, hay que reconocer que a veces chochea (sus bandas sonoras, por cierto, bastante mas pobres que las de Amenabar, mas quiero y no puedo) En million dollar baby obviamente se le fue la mano, como en el tramo final de Mystic river, ambas un canto a la exageracion y un lamamiento al toque facil de la fibra. Enga joder, un poquito de compas, por favo.

Alberto

10 de septiembre de 2008, 9:17  
Anonymous Anónimo said...

Hombre Don Pedro, un placer verle fuera de lo del Montero!

Un abrazo,

Alberto

10 de septiembre de 2008, 9:19  
Blogger David Torres said...

Alberto, Vd. está enfermo. Mucho. Comparar a Amenabar de la Morería con Eastwood es... no sé. Ambos son seres humanos, son bípedos y tienen culo. Fin de la comparación.

Eastwood ha hecho algunas de las mejores películas de los últimos treinta años. Sin perdón. Cazador blanco, corazón negro. Un mundo perfecto. El jinete pálido. El fuera de la ley. Escalofrío en la noche.
Amenabar nos ha hecho reír. Involuntariamente, sí.

En sus mejores momentos (Sampedro corriendo los 100 metros lisos antes de salir volando por la ventana) Mar adentro es un anuncio de Fa.
Million Dolar Baby es una trituradora. Al lado de esa boxeadora que se traga la lengua porque ya sólo quiere morir, el pobre Sampedro (el de la peli) es un chorra. Un chorra.

Y repase, repase el docudrama de Telemadrid que le digo. De ahí está sacado (calcadito, como todo lo que hace el genio) el personaje de Belén Rueda, que reúne en una sola a varias de las novietas reales de Sampedro.

No sé cuando se rodó Los otros: lo que sí sé es que se estrenó bastante después de El sexto sentido. Pero bastante. Lo justo para que el genio calcara el final, clavadito. Las copias de Amenabar de la Morería son extensase e infinitas, como el Dios de Spinoza. Que filma bien, sí, vale, pero no mejor que cualquier chikilicuatre de cuatro cuartos del cine americano. Cuando pague al guionista, como hace todo director que se precie (incluso guionistas natos como Billy Wilder o Fellini), lo mismo hasta empieza a hacer cine en vez de cuadernos de calcomanías.

De las bandas sonoras de Amenabar de la Morería, mejor me callo. Sé por negras fuentes que usa negros y luego firma él. Pero también sé que nunca hará algo que le llegue a los pies al tema de Sin perdón (made in Eastwood, por cierto).

Por cierto a mí Tarantino me da bastante asco. Tiene una buena pelí y media: justo cuando empezaba y pagaba a un guionista.

10 de septiembre de 2008, 9:57  
Anonymous Anónimo said...

¿Les importaría mucho hablar un poco de lo que importa?
Fdo: Ernesto Guevara (por ouija)

10 de septiembre de 2008, 10:42  
Anonymous Anónimo said...

Alberto: lo mismo digo. Para mí también es un placer.

D. David: le veo un poco irascible con el tema Amenabar. Mera curiosidad, ¿algún encontronazo de tipo personal que pueda contarse?

D. Ernesto: Calle, hombre, calle, no empreñe que ahora que parece que van a sacar las cheiras viene lo bueno.

Abrazos per tutti,
Pedro de Paz

10 de septiembre de 2008, 11:05  
Anonymous Anónimo said...

David, no tergiverse, que ya veo de que palo va. Y le repito que no trato de convencer a nadie. La presunta copia del docudrama, dudo que sea tal. En cualquier caso, si compro los derechos, pues dicho todo. Ahi tiene remakes a diestro y siniestro una vez que se compran derechos, normalmente para empeorar el producto (dudo que Abre los ojos haga lo mismo con el docudrama, del que al menos podria dar nombre).

Lo que defiendo es que Abre los ojos es una pelicula de buena factura, con contadisimos precedentes y que entretiene (o eso apuntan las audiencias, tanto en cine como en television) Reservoir dogs, que mal que le pese es una obra maestra, es no menos calco de Streets on fire, de Ringo Lam. Y bendita sea Reservoir dogs. Los otros...asumiendo que esta en lo cierto, que robo el guion a Shyalaman y le calco la idea, cosa que no comparto en absoluto (nadie denuncio nada, eso desde luego): Y que? Los Otros es una pelicula de dimensiones epicas digna de un grande. Con atmosfera, una de las maximas aspiraciones de una obra de arte.

A mi la metafora del salto por la ventana me parecio excelente...de anuncio de fa? Podria explicarse mas? En cualquier caso es cuestion de sensibilidades, de gustos, y ahi no entro. Pero como metafora tendra que reconocer que esta muy bien rodada.

Ahora bien, si Vd. tiene algo personal contra Amenabar, como que "perjudica" al gremio de guionistas, ahi no entro.

Nadie discute de Eastwood y su pasado, en ningun momento lo he comparado con Amenabar, me temo que el enfermo es Vd., que para argumentar rasca donde no hay. Lo que es discutible es parte de su presente filmografia, ver como de una pelicula prometedora, potente, excelentemente rodada termina haciendo un refrito de sobremesa cargado de topicos hasta la nausea. Tal es el caso de Mystic River, donde estira el personaje de Tim Robbins hasta lo indecible o en Million dollar baby, donde a fuerza de hurgar en la fibra facil uno termina por potar de risa. Y de la aburridisima, esquematica y sorprendentemente sobrevalorada Flags of our fathers. Que se le perdona por su pasado? Que si hombre, no se sulfure, pero como decia el filosofo "lo que e, e".

Alberto

10 de septiembre de 2008, 18:11  
Blogger David Torres said...

Vamos a ver, Alberto, voy a templar gaitas.

Primero, no tengo nada personal contra Amenabar, excepto los ventitantos euros que me he gastado viendo sus bodrios (ni uno más, oiga).

El docudrama a que me refiero no es de Abre los ojos, sino de Mar adentro. El plagio me parece inaceptable siempre, en cualquier caso y lugar. El plagio del anuncio de Fa está en la escena de la playa, con los dos amantes corriendo a encontrarse. Sólo falta el piano de Richard Clayderman.

¿A Vd. Los otros le parece una peli grandiosa? Bueno, allá Vd. Yo creo que es una soberana boñiga, con una Kidman pasadísima de vueltas y de bótox, y un guión más falso que una moneda de madera. Ese marido que aparece de pronto no se sabe pa qué... Esa fotofobia que luego se diluye en la nada. Plagió hasta el título: El otro, de Robert Mulligan, la mejor película de terror que servidor haya visto.

Que Amenabar rueda muy bien está fuera de discusión, sobre todo en un país donde abundan los directores daltónicos. Ahora, no creo que haya hecho ni vaya a hacer nada ni remotamente comparable a las mejores películas de Eastwood. Amenabar rueda mierda (suya, eso sí). Eastwood escoge guiones cojonudos y a veces le sale una obra maestra (Sin perdón) y otras no. También puede flojear, cierto. Nadie es infalible. A mí, su díptico bélico me dejó más bien frío. Tiene thrillers baratos y Mystic River me pareció engañosa y tramposa a más no poder. Pero Million Dolar Baby... Ah, ese chavalito medio lelo al que rompen la cara gratis. La voz de Morgan Freeman. La sombra que cae al final sobre el mundo. En fin, cine en estado puro.

El problema de Amenabar, en mi opinión, es que sus modelos como cineastas, declarados por él mismo, son Hitchcock y Kubrick. Dos grandes entre los grandes, nada que objetar. Pero ¿cuándo escribió un guión Hitchcock? ¿Y Kubrick? Es difícil hacer cine si te crees que eres una mezcla entre un artesano magistral y un clon de Bergman (el único genio certificado que se le comía y se lo guisaba él solito). Amenabar es quiero y no puedo, no puedo, no puedo.

10 de septiembre de 2008, 18:27  
Blogger David Torres said...

Datos.

El docudrama al que me refiero se llama CONDENADO A VIVIR. Aquí tiene algo de información sobre el enésimo plagio del genio:

www.minutodigital.com/
noticias/condenado.htm

Hay que reconocer que se parece hasta el cartel, ¿eh?

10 de septiembre de 2008, 18:33  
Anonymous Anónimo said...

Bueno, ahi hemos llegado a un punto de acuerdo: yo no digo que Amenabar sea genio entre genios, pero creo que apunta maneras y si se lo curra dejara huella. Tiene fallos, claro esta, debe contenerse en ese afan por figurar. Pero me pasa como con Bardem, que me repateaban sus comienzos, pero sabia que tenia un potencial brutal, como viene demostrando ahora.

Difiero por cierto en su apreciacion de la Kidman, que a mi me provoca verdadera lujuria en Los Otros, aun con ese traje cerrado hasta el cogote.

Pero en cualquier caso, tiempo al tiempo...

Alberto

10 de septiembre de 2008, 19:27  
Anonymous Anónimo said...

Coño, qué interesante y yo en Logroño. Me cago en la mar. Espero que no se haya pasado.

A mí NO me gusta Tarantino. Así, en principio, no. Ni Kill Bill ni Pulp Fiction (aunque tiene algún toque de humor negro muy bueno) y, bueno, Reservoir dogs... Vaya. Lo que pasa es que me dormí en el cine y me perdí parte (me pasa a veces, aunque me guste la peli, ¿qué pasa? Es la edad). Pero Tarantino No es santo de mi devoción.

Javier

Luego sigo que tengo que llevar a mi niña al cole.

11 de septiembre de 2008, 9:42  
Anonymous Anónimo said...

La chica del millón de lágrimas

JUAN BONILLA

Así que va uno a ver una obra maestra alentado por todos los especialistas que, a la vez que han condenado El aviador de Scorsese, aseguran que Million dolar baby de Clint Eastwood recobra el pulso enérgico de los grandes clásicos de los 50. Y se sienta uno en la butaca pensando que manda huevos que Eastwood le haya ganado el Oscar a Scorsese con una película sobre boxeo, cuando a la mejor película sobre boxeo que se ha hecho nunca no le dieron el Oscar, parece una especie de broma de mal gusto, de jódete Scorsese.


Tampoco va uno con afán comparativo: salió de El aviador fascinado por la maestría del director, como si hubiera visto un cortometraje, y luego se dio de bruces con las opiniones de los especialistas que aseguraban que era una cinta carente de ritmo, artificiosa y plana. Pero ya empieza la película, y ahí está la presencia del gran Eastwood, y su narración sin artificios -dicen, pero lo que uno ve es todo muy artificial: la consabida grandeza poética de los perdedores, la lírica gastada de las desgracias, el canto de los derrotados con el que triunfan y se saben hacer millonarios tantos creadores-.

En fin, la chica protagonista lo tiene claro: quiere salir de su contundente pobreza, de su vida que no es vida, a base de golpes, en el gimnasio se siente alguien, que es lo que todos queremos llegar a ser, alguien, separarnos de la masa anónima en la que no hay nombres propios sino el mero ruido de la existencia.Y aunque el duro hombre de gimnasio no está para sentimentalismos, es un sentimental, como siempre Eastwood, un sentimental duro, claro, cuyo sentimentalismo se exacerba siempre en ayudas de cámara, en este caso el personaje interpretado por Morgan Freeman, otro gran derrotado que hace aforismos como quien se ata los zapatos, y es tan sabio que sus silencios resultan elocuentes -entre otras cosas porque el espectador ha sido preparado para que sepa lo que piensa-.

Ese personaje conduce la película con una voz en off, pero la película narra momentos en los que esa voz no pudo estar presente, así que se barajan el narrador omnisciente y la primera persona de un personaje marginal que cuenta la historia de modo escorado.Vale, eso en las novelas pocas veces lo permitimos, nos parece que hay una fullería compositiva ahí, pero en cine parece que da igual, que nadie le pide cuentas al narrador acerca de la verosimilitud de su presencia.

Tampoco le han pedido cuentas a Eastwood por la absoluta inverosimilitud de las escenas pugilísticas: es difícil rodar un combate de boxeo de ficción, todo el mundo lo sabe, tenemos el claro ejemplo de Rocky para comparar, es el punto más cómico y exacerbado del boxeo en ficción. Pero cualquiera que sepa un poco de boxeo reparará en que es del todo inverosímil el combate en el que acontece el desgraciado accidente que dejará inválida a la protagonista.No hay en el mundo un solo árbitro, ni siquiera el calvo ese que dio por válido un funesto gol claramente ilegal del Chelsea contra el Barcelona, que no hubiera descalificado a la boxeadora alemana por golpear en el suelo y ante sus mismas narices a su contrincante.

En cuanto al momento del accidente, con esa cámara lenta, esa lluvia de azares que conducen al infierno del peor infortunio, bueno, uno se remueve en la butaca y se dice: lo que nos faltaba para cantar bingo. De veras, en serio, ¿todo ese discurso aparentemente duro y a la vez sentimental -de un sentimentalismo lloroso forrado de aparente dureza- no es de un simplismo pornográfico? ¿Hay de veras reflexión en la película acerca de la eutanasia? ¿No es la película uno de esos plausibles telefilmes de sobremesa dominical que uno acepta ver porque no quiere quedarse dormido?

Lo preocupante es que a ese sentimentalismo que si no es barato es porque cuesta y produce un montón de dólares, se le conceda tan fácilmente cobertura intelectual, se le aplauda en todas partes con una no sé si inocente contundencia en los halagos.Por supuesto el narrador sabe que juega con los espectadores, le ofrece lo que toda la vida de Dios ha conmovido a la mayoría de ellos, extraordinarias historias desgraciadas y un poco tremendas en las que hay siempre alguien, el que más sufre, el héroe verdadero, consumido por la insatisfacción y a la vez conformista y veterano (que en este caso lee a Yeats), que al final desaparece, como el pistolero heroico de los western de antaño que terminaba dejando una estela de polvo del desierto a lomos de su caballo blanco rumbo a un horizonte interminable.

Ahora bien, ¿no es obligación del espectador defenderse de lo que no es más que un artificio construido con evidente virtuosismo que, con la excusa de levantar una ola de emoción natural, se conforma con ser premiado con suscitar pena? Obra maestra de ese sentimentalismo exacerbado, ese llevar al límite -hasta alcanzar la gloriosa meta de la cursilería- es Bailar en la oscuridad de Lars Von Triers. Eastwood desde luego no es tan afectado en Million dolar baby, pero va por ahí.

La película, finalmente, puede que sea una obra maestra, no digo que no, no lo discuto: una obra maestra del sentimentalismo y la edulcoración, disfrazada, como digo, de dureza. Vale, hemos asistido a una gran desgracia ajena, a una página de sucesos que miramos a la hora del desayuno y comentamos con un: «joder, qué mala suerte». Pero ¿dónde está esa reflexión olímpica de la que hablan los especialistas? ¿Dónde está esa tinta inolvidable y convincente que engrandece el alma humana o la deja hecha unos zorros, de manera que al salir del cine uno no sabe si está pisando la acera o un campo de minas? ¿Dónde está aquí la lección narrativa de Clint Eastwood, lección que supo dar, sin duda, en Sin perdón y Mystic River, pero que aquí se deja llevar por la seguridad de que la emoción la garantiza el hecho de que las desgracias excesivas son una fuente inagotable para producir emociones en el espectador y producir, por supuesto, miles y miles de dólares?

12 de septiembre de 2008, 22:51  
Anonymous Anónimo said...

Enhorabuena por la entrada sobre el Che Primo de Rivera. Me he reído a carcajadas. Que conste que ni sé quién es usted ni he leído nada suyo -creo-. Eso sí, en cuanto acabe este párrafo me meto en guguel y pongo su nombre, y luego le hago un repaso en condiciones al blog. La pena es que el debate sobre el Che da mucho juego pero los amigos han decidido hablar de Amenabar y otros. Una lástima. Haga una entrada sobre Amenábar, a ver si nos animamos a hablar del Che, el "ausente" latinoamericano. Saludos.

23 de septiembre de 2008, 11:53  
Anonymous Anónimo said...

Soy el mismo anónimo del mensaje anterior. Usted disculpe. Hasta página en la wikipedia y yo sin enterarme. El problema es mío, por supuesto. Como decía Cela de sí mismo, uno no tiene la culpa de ser materia de bachillerato. Debe ser que acabé el bachillerato hace años, los mismos que usted más o menos. Salgo ahora mismo a buscar su novela Niños de Tiza, porque creo que me va a gustar más de lo que ahora mismo puedo intuir. Ya le contaré. Eso sí, la editorial rebuscadilla, y el precio abusivo.

23 de septiembre de 2008, 12:52  
Anonymous Anónimo said...

De nuevo. La última entrada de hoy, se lo aseguro. Es tan sólo para sugerirle que envíe esta entrada (o el proyecto de guión sobre su Che valenciano) a Rafael Reig, quien tanto admira al mito. Dejé de comprar el diario Público (cuya lectura me propuse tenazmente) por culpa de un artículo bobalicón y condescendiente con el Che. Un artículo acrítico, bobalicón, casi adolescente. Y eso se podría perdonar, lo de adolescente, quiero decir, pero no su ceguera histórica a lo que el personaje fue y a la utilización que de él hacen unas cuantas dictaduras en el mundo. Incluida esa que mete en la cárcel a escritores por el mero hecho de serlo, y más si no dan el nivel de macho. Viva Chufa libre.

23 de septiembre de 2008, 13:00  
Anonymous Anónimo said...

A pesar de haberlo asegurado, no fue la última. Esta sí, supongo. Me fui a comprar la novela y cómo me parecía que no iba a ser fácil (cuánta razón tenía) me dirigí al Corte-Inglés (CI) más cercano, que es el de Alcalá de Henares. Ni idea. La dependienta puso la misma cara que si le hubiera pedido el último disco de Jorge Manrique. Lo buscó en el ordenador y con cara de "menos mal" me dijo que no le quedaba ninguno. Tampoco lo tenían en Goya. Total, que he acabado en la FNAC. Lo he buscado en la estantería y ni rastro. Ya estaba a punto de rendirme cuando, ohlalá, lo he visto en el mostrador. Cinco ejemplares, azulitos ellos. Y por 19 euros, lo cual, después de ver el precio en su blog, me ha parecido una ganga. Mientras esperaba a que me atendieran (para consultar sobre otro libro, no diré cuál) comencé a leer. El comienzo, al pasar la barca, es insuperable. Ya le iré comentando mis impresiones, que de momento no pueden ser mejores. Ocupará un lugar en mi biblioteca, entre Torrente Ballester y Maruja Torres, para ser más exacto (el único libro que tenía de Rafael Torres -de quien espero que no sea familia- lo tiré al contenedor tras descubrir que es un plagiador consumado y sin complejos).

23 de septiembre de 2008, 22:25  
Blogger David Torres said...

Querido amigo anónimo.
Muchas gracias por sus comentarios y más aún por su perseverancia en buscar libros míos. Me asombra que todavía queden ejemplares en la FNAC. Espero que alguno de sus pasajes le compense parte de esos 19 euros. Me encanta estar en su estantería al lado de Torrente Ballester, uno de los grandes del siglo, en mi opinión. A la Maruja y al Rafael, la verdad, no los aguanto.

Yo también esperaba un debate sobre el Che y que me pusieran a bajar de un burro los nostálgicos del comunismo (nostálgicos porque no lo conocieron, claro). Rafael Reig es muy amigo mío y supongo que habrá leído la entrada, se habrá reído un rato y luego habrá dicho para sí "Qué cabrón el Deivid". Compartimos muchas cosas, pero la novia y las ideas políticas no. Le recomiendo, si quiere pasar un buen rato, su novela SANGRE A BORBOTONES. Es maravillosa.

No le he leído a Vd. antes porque el blog anda jodío y no contabiliza los nuevos comentarios.

Un abrazo

25 de septiembre de 2008, 14:10  
Anonymous Anónimo said...

Pues yo si pagaría por ver la película o al menos me la descargaría en la mula.

Está bien que exista gente con talento y sin emiplegia moral, esa que hace a los tiranos de izquierda buenos y los de derechas malos, ¿ o era lo contrario? Uno ya no sabe que es la derecha y la izquierda, ¿el que se reunió con los banqueros de que equipo era?

En fin, que me gusta la idea y me gusta tu pluma.
Un saludo.

J.A. Espinosa

10 de octubre de 2008, 12:29  

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