Bendito Benny Hill
-la novela que él está escribiendo.
-la novela que yo no estoy escribiendo.
-su vecina, la portuguesa, que gasta bigote.
-el bigote de José Luis López Vázquez.
-las tetas de Milena Velba.
-un libro de cuentos de Daniel Sueiro (escritor lamentablemente olvidado) que lleva el increíble título de El cuidado de las manos.
-las tetas de Nadine Jensen.
-cierto editor cabrón.
-el show de Benny Hill.
Ahí nos detuvimos, porque el show de Benny Hill es uno de esos regalos totales que amueblaron nuestra infancia. Bastaba ver aparecer esto en la televisión,

subrayado bajo unos inquietantes y relojeros acordes de metal para saber que nos esperaban treinta minutos de carcajadas y felicidad absoluta. Sí, ya sé que van a decirme que el humor de Benny Hill es zafio, facilón y machista, pero no sólo creó algunos de los mejores gags visuales que recuerdo, sino que sus feroces retratos del matrimonio, de la aristocracia británica o de la clase obrera inglesa no tienen parangón. Todavía recuerdo aquel chiste del tipo que está leyendo el periódico repantigado en el sillón y su señora (uno de los adláteres de Benny, con rulos) le espeta mientras pasa la escoba: '¿No te da vergüenza llegar a casa a las cuatro de la mañana?'
Sin inmutarse, mientras pasa las hojas del periódico, Benny replica con voz de resaca: 'No había otro sitio adónde ir'.

Benny Hill vivía con su madre en un pequeño apartamento alquilado cerca de los estudios donde trabajaba. No tenía coche ni casa propia. Nunca se casó, aunque pidió matrimonio a dos mujeres y ambas lo rechazaron. Le gustaba viajar, especialmente a Marsella donde se sumergía en el anonimato de un café para ver pasar la vida en francés. La wikipedia no añade un dato que yo oí de refilón y que no sé si será cierto: que, en contraste con aquellas valkirias de largos muslos que urbanizaban sus sketchs, su última novia era una chica gordita y paralítica que iba en una silla de ruedas que él empujaba a todas partes.
La legión de macizas en lencería y los dos o tres cómicos que siempre lo escoltaban formaron una alianza perenne con sus mofletes de gordo sin remedio, sus ojos de niño travieso y su mirada siempre asombrada y asombrosa. Es uno de los pocos humoristas que se atrevió a romper el muro la cámara mirando directamente al espectador a los ojos, al estilo de Oliver Hardy. A pesar de toda la humanidad que transportaba encima, podía transformarse en cualquier cosa: un paje medieval, un patoso soldado alemán con lentes cargadas de dioptrías, un gigoló con bigote, un motero de pelo rubio, un grasiento mecánico de taller. La única vez que le falló el instinto fue al final de su vida, cuando se alió con un gángster marbellí con quien le rimaba el apellido y que no tenía ni puta gracia: Jesús Gil.
Siempre he pensado, no sé si será cierto, que los cómicos, la gente que se dedica a hacer reír, que ha hecho de la risa su oficio, llevan consigo un fardo de tristeza: la sombra que siempre viste la otra cara de la luna. Pero también poseen un halo angelical, un toque divino, la certeza de que Dios hizo el mundo sólo para hacer chistes. Tras la muerte de su madre, Benny Hill vivía solo pero seguía guardando intacta la sonrisa de niño y, plegadas en el armario, las alas de ángel: un querubín de 120 kilos que perdía el culo detrás de una minifalda.
Uno de sus admiradores se llamaba Charlie Chaplin. Michael Jackson lo adoraba y fue a visitarlo, en febrero de 1992, al hospital donde se recuperaba de un ataque cardíaco. Unos meses después, en abril, avisada por los vecinos, la policía tiró abajo la puerta de su apartamento en Teddington. Lo encontraron solo, sentado en una butaca delante del televisor encendido. Llevaba varios días muerto.
Ojalá se estuviera riendo.
Etiquetas: Benny Hill, Chaplin, david torres, Michael Jackson, Mijangos, Milena Velba, Oliver Hardy
11 Comments:
Iba a ponerte a parir por ver esas horteradas, pero al final he optado por ser sincero: ¡qué envidia me dais! Mi madre nunca me dejó ver la serie.
Muy bonito retrato de Benny. Veo que con Mijangos hablaste de Nadisuka y he visto la portada de tu libro Bellas y Bestias en la web de La Bolsa de Pipas, en la que sale Nadiuska en combinación. ¿Cuándo sale ese libro? Espero que lo presentes en Madrid y me firme varios ejemplares. Parece un libro perfecto para regalarse y regalarlo.
Me voy a suscribir a La Bolsa de Pipas´, que es algo que tenía pensado hace tiempo, y ahora que ofrece tu libro con descuento hay que aprovecharse. Je je.
Fan-farria.
Benny Hill era, sobre todo, tierno. Porque su mirada cada vez que atisbaba una teta o le daba una colleja al viejo calvorota que tenía a su lado tenía la picardía del niño que sabe que está transgrediendo todas las normas,pero que pide perdón porque tan sólo está gastando una broma, simplemente dando un paso más del que le permiten los plastas de los mayores. Sólo los enfermos mentales podían sentirse ofendidos con esas persecuciones a la Sennett con las que terminaba sus programas. cada uno de sus gags, del más procaz al más blanco, iba acompañado por el guiño dirigido al espectador para recordarle que todo, el gag, el programa, la vida, no es más que una inmensa broma.
Zafiedad es otra cosa. Zafiedad es eso que tantos nos venden como humor inteligente y que no consiste más que en los mismos chistes de siempre, pero precedidos de una muy corrcta declaración de intenciones.
Aprendan, señores humoristas que accedan a este blog,a mirar como un niño malvado. Es la distancia que va de Guillermo Brown a los Lunnis.
Y por si alguien me cataloga, que sepa que lo único que me parece más absurdo que lo políticamente correcto es lo políticamente incorrecto.
Fdo: William Marrón
Qué curiosa es la vida, David amigo: llevo varios años con la inolvidable música apayasada de Benny Hill en el móvil. Aún recuerdo un gag insuperable en que Benny camina hacia la orilla del mar con una enorme piedra al cuello en clara intención de suicidarse, y de pronto ve salir del agua a un pez con un globo de hidrógeno atado a la cabeza. La zafiedad se mezclaba con la más poética y filosófica ironía. Sólo los niños grandes son capaces de una mirada demoledora como esa.
Ricardo Corazón de Melón
Hola David,
Veo que continua usted, salvando las distancis y con un estilo más castizo, en el camino de ser un "Holbein" de la España del siglo XXI.
Dos apuntes:
a) B.H. fue homenajeado en Southpark
b) el tema musical llegó a identificarse como un leit motiv de Benny Hill. En realidad se trata de una pieza llamada Yaketi Sax, con un largo historial. Fue incluso utilizada por los Monty Python.
Lo impresionante de Benny Hill es que nos permitió a nosotros, (niños de los setenta sometidos por la incomprensible tiranía de unos adultos tan bienintencionados como confundidos), a compartir la visión gamberra con un tipo que nos quintuplicaba la edad y el peso, pero que compartía con nostros el sentido lúdico, (sobre todo nuestro irreprimible furor venéreo y la demolición de las convenciones. Era uno de los nuestros, aunque el cabronazo viviese en Inglaterra. Los miércoles por la tarde no había deberes, familia, ni parte meteorológico, simplemente la audición de la sintonía y la imagen de Thames y una enorme sonrisa de pícaro, gamberrete y obeso vejancón que nos demostró que para hacer reír sólo hay que dar el salto y dar la espalda a todos los mamones engolados con los que nos tropezamos diariamente y a los que nos encantaría ver tropezar con una enorme piel de plátano.
God save Benny
Nunca me gustó Benny Hill. Tal vez sea que lo vi poco y merezca una revisión. Por aquella época la vida nos soltó tantas hostias que cuando encendíamos la tele la apagábamos pronto, para no seguir viendo dramas.
Siento que esta vez el poema sea triste.
El García
Hay rumores de que Benny Hill era gay. ¿es así?
Liberty, no sabe usted lo que se perdió. Todavía puede ver lo grande que era Benny en youtube. Le recomiendo el gag del hospital, por ejemplo.
Fan, el libro de retratos sale en breve. Daré cumplida noticia en este mismo melonar, no se preocupe. Tiene más información sobre el libro aquí: http://www.editorialsloper.es
William, lástima que no abra usted un blog. O dos.
Ricardo, algo que ciertamente no se nombra con la palabra azar rige estas cosas. Yo también recuerdo el gag del pez suicida. Memorable.
Gracias, Gabacho, supongo que se refiere Vd. a Holbein el Joven.
Amigo Campanati, tiene usted razón. Con Benny descubrimos no sólo los agujeros negros del sexo, sino lo divertidos que podían llegar a ser.
Amigo García, le aseguro que eran almas gemelas. En Benny no había nada de drama, sino pura, picante y divina comedia.
Amigo anónimo, ¿importa mucho si era o no gay? Ahora eso se dice prácticamente de cualquiera, como si fuera un baldón o una medalla. Para mí no tiene más sentido que decir que era vegetariano o que le gustaban los teléfonos antiguos. Desde luego, si era gay tenía un mérito tremendo como actor porque las caras de salido que ponía en cuanto asomaba un culo femenino a barlovento eran de órdago. O de orgasmo.
BENDITO BENNI Y BENDITO MIJANGOS, PERDIDO EN LOS BARES CIRCUNDANTES DE SANTA ANA, TARAREANDO ALL THE DAY AND ALL THE NIGHT, EN UN PERMISO DE LA MILI, MIENTRAS INTENTABA TRADUCIR LA HISTORIA DE MICHELANGELO, EL NIÑO ITALIANO QUE QUERÍA SER MAGO.
YO TAMBIÉN HABLABA CON ÉL DE BENNI HILL, DE LOS LABIOS DE NADIUSKA, DE CUL DE SAC Y DEL INMENSO JOHN BELUSHI, MIENTRAS CONTEMPLÁBAMOS CÓMO ARREGLABAN LOS BARES DE MINIS CON NUESTRO DINERO...
EN FÍN, UN RECUERDO NOLSTÁLGICO Y UN BRINDIS POR EL PASADO, HICH, COMO EL RATÓN BORRACHO DE IBÁÑEZ
Sabios todos: Torres, Mijangos y también anónimo de Santa Ana.
Benny Hill embridó la caña y el salimiento que a los chavalines de entonces no nos encauzaban ni los políticos ni los cantautores coñazo. El concierto de los Ramones y Benny Hill nos hizo crecer de repente y apartarnos de la ortodoxia buenrrollista y zapaterina.
A las chicas no les suele gustar nada; es humor de gansadas, directo y sincero. Benny creo que tuvo negocios en Magalluf Mallorca, allá por los ochenta.
Gracias David por recuperarlo. Romero.
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