Vivan las cadenas (comerciales)

La supuesta liberalización de horarios propuesta desde la Comunidad de Madrid participa de ese sonriente optimismo común a todas las utopías. Claro, así el pobre empleaducho que no puede acudir a hacer sus compras entre semanas podrá dedicar el sacrosanto domingo a vestirse como un señor y rellenar de paso el capazo. Pero, ¿cuántos comercios lograrán mantener la competencia de horarios? ¿De verdad pueden los pequeños comerciantes abrir sus tiendas los domingos? ¿Y entonces cuándo descansan? ¿Queremos de verdad que Madrid se transforme toda ella en una de esas tiendas de chinos?
Como una vez, hace no demasiados años, también vestí un uniforme de recluso en unos grandes almacenes, sé lo que se siente al ser un esclavo a tiempo parcial sólo para distraer el ocio de un tipo que no sabe qué hacer un día libre sin chamuscar la tarjeta de crédito. Incluso creo que fui uno de los primeros afortunados que trabajó completo un primero de enero, por cortesía de los sindicatos y el gobierno de entonces (que no eran del PP, precisamente). Todos somos esclavos, delante o detrás del mostrador, de la barra o de la máquina de escribir, pero siempre nos quedará el consuelo de que llegue el domingo para sacudirnos los grilletes y salir a la calle. Salvo si el domingo no es más que otra extensión del lunes: una sucesión de escaparates y cajas registradoras esperando las monedas que nos transforman a todos de seres humanos en un triste rebaño de borregos de consumo. ¿Libertad para qué? Para comprar, Lenin.
(publicado en el suplemento M2 de El Mundo el 29 de abril de 2008)
Etiquetas: comunismo, david torres, esclavos, hambrunas, Lenin, liberalismo, trabajo
20 Comments:
A mí la libertad de comercio me parece una maravilla. Piensa en todos los parados a los que les encanaría llegar a ser empleaduchos, a las madres que podrán tener un horario distinto etc.. Hace tiempo que los economistas demostraron que la prosperidad no sólo se logra aumentando la demanda, sino sobre todo la oferta. De todas formas, la liberalización de horarios es sólo la mitad de la historia. Mientras algunas cadenas comerciales y grandes almacenes sigan obteniendo privilegios y los costes en tiempo y dinero que supone la apertura de un negocio (¿alguien dijo Ayuntamiento de Madrid?) no disminuyan puede ser que la medida no proporcione los frutos deseados, o que incluso sea contraproducente.
No suelo andar muy de acuerdo con las cosas que escribe en el periódico en el que trabaja (la literatura es otra cosa). Sobre todo porque tienen cierta tendencia -en mi opinión, ya supongo que en la suya no- a ver sólo una parte de la fotogafía, a contar sólo una parte de los puntos de la baraja. No obstante, hoy me ha impresionado gratamente con este artículo. Tanto, que he enviado el enlace a los amiguetes.
Será casualidad, digo yo, que las palabras comunista y consumista se parezcan tanto...
De acuerdo con Libertymad. La libertad de horarios significa más oportunidades para mucha gente, ahora bien, si como bien apunta, se eliminan las costosas trabas burocráticas.
Saludos y enhorabuena por el blog, que enlacé desde su primera entrada.
En diez años no quedarán tiendas, en todo caso alguna en la Plaza Mayor para que los guiris y los niños las miren con curiosidad. Hoy me ha comentado mi abuela que en el supermercado han puesto un/a cajero/a automático/a. Y no me refiero a que dispensen pasta. Tú mismo pasas los productos por el lector láser, te hace el cómputo, metes el dinero en la máquina y te devuelve el cambio. Y gracias por su compra. Un dependiente más a la puta calle.
Y no, no vivimos en Manhattan, vivimos en Chamberí.
Es curioso que el capitalismo más salvaje tenga las mejores condiciones y ventajas bajo un Gobierno socialista. Aunque, pensándolo bien, quizá no haya contradicción alguna.
Empresas que obligan a sus empleados a utilizar las nuevas tecnologías, cuya aplicación al trabajo les trae numerosos beneficios, sin que ninguno de los cuales se refleje en la nómina de los currantes. Me estoy refiriendo en concreto al mundo del periodismo, con la aplicación de las nuevas tecnologías, en concreto el video, para las páginas de internet que todo medio que se precie posee. En estos momentos un becario con una experiencia de un año máximo tiene mayores ventajas para una de esas empresas (entre las que se incluye alguna agencia estatal española) que un periodista veterano. ¿Cúales son esas ventajas? Qué cuesta mucho menos. Ya los contratados basura están sustituyendo a los de plantilla y dentro de muy poco serán los becarios quienes ocupen el puesto de trabajo de aquellos. Y mientras los beneficios crecen y crecen
Porca miseria.
Libertymad, no hay tantos parados a los que les gustaría ser empleaduchos. En el comercio la gente dura poco por la esclavitud que conlleva, es un trabajo generalmente de tránsito, de espera a algo mejor. Pasea por la calle Hortaleza y por Fuencarral, y observa los carteles de reclamo de dependientes. Verás más de treinta. Cómo para liberalizar el tema. David, un abrazo. Cuídese.
¡Qué va a venir el lobo!, ¡Qué va a venir el lobo!, ¡Qué va avenir el lobo!
Yalfinalsecomióalasovejas García
PS. Quien quiera entender que entienda
David, yo también fui, durante unas Navidades, empleada de uns grandes almacenes ("¿seloprecintoylopasa?"). Siempre que oigo que se amplían y amplían y amplían los horarios de apertura pienso en el pequeño comercio y sí, da una pena tremenda.
Por eso me encanta Montevideo. No existen los grandes almacenes como tal, sólo algunas cadenas grandes de supermercados. Creo que en toda la ciudad hay sólo 4 ó 5 centros comerciales o "Shopping", como los llaman aquí. Así que tenemos la gran suerte de poder comprar fruta y verdura en la frutería del barrio. Y además las manzanas saben a manzanas, aunque tengan tachas. Y así con todo: la carne, el pan... La especialización del pequeño comercio llega a tal punto que hay, incluso, pañaleras (para mi regocijo), tiendas de pasta artesana, rotiserías. Una gozada!
Besos
Impecable artículo, pardiez: Se nota que ha estado usted detrás de un mostrador mientras sus empleadores se lo llevaban por el morro y se llenaban la boca con la palabra "cultura".
Y es que el tema viene de lejos. En una pirueta electoralista, el gobierno socialista, (sí, los mismos que permitieron las ETT), propagó la libertad de horarios en los comercios llamados "culturales", como si por comprar un best seller el domingo hicieses algún favor a la humanidad. Esos comercios "culturales", vieron el cielo abierto en forma de contratos leoninos de fin de semana, con empleados que sufrían un par de meses hasta que se daban cuenta de la esclavitud a la que eran sometidos, (siempre en pos de la cultura) por parte de sus empleadores que normalmente tendrían problemas para encontrarse el agujero del culo con brújula y guía michelín. Mientras, los empleados veteranos eran ninguneados, (pese a su experiencia y conocimiento), pues la carne fresca es más barata, (aunque la fecha de caducidad sea más próxima). Y mientras, a forrarse y a ensayar sonrisas sobre la labor de la cultura, mientras se llenan el bolsillo con la sangre que derraman los esclavos.
Fdo: Un pobre que tiene que currar este domingo en un céntrico, "templo de la cultura"
La verdad es que el socialismo nunca ha sido bueno para el comercio:
El concejal popular Miguel Ángel Villanueva y la edil del PSOE Isabel Vilallonga se enzarzaron ayer en una polémica sobre la libertad de horarios y la situación del comercio en la capital. Durante ésta, Vilallonga advirtió de que «el comercio de Madrid se muere», y fue muy dura con las políticas municipales de fomento del sector. Villanueva utilizó un informe presentado por los socialistas el martes para acusar al PSOE de una «burda manipulación»: en la documentación que acompañaba a ese informe sobre la situación del sector del comercio, aparecían tres fotografías de calles de Madrid desiertas bajo el epígrafe «Sin comercio, los barrios se despersonalizan». Una de las fotos provocó extrañeza en el concejal de Economía, que investigó su procedencia. A partir de unos caracteres en cirílico que figuran en un lateral de la imagen, averiguó algo que dejó estupefacto a más de uno de los ediles: «La foto no es de Madrid, sino de Pyongyang, capital de Corea del Norte». ABC, 1 de mayo de 2008
En Pyongyang no se utiliza el cirilico para su idioma, el coreano, sino el hangul, otro alfabeto que no se parece en nada.
Sin embargo, hay que consolarse. Si en esas horas de horario laboral ampliado en día festivo y en grandes almacenes yo vendo mil ejemplares de Bellas y Bestias de David Torres, entonces es que la esclavitud es buena.
Para mí, para David y para los consumidores. Aunque lo sienta por el empleado.
Editor Ansioso
Mi libertad es ser you y tu y tu y solamente tuuu.
¡¡Jesús!, estos editores... Ya no respetan nada... son insaciables, oyes. :D :D :D :D
Abrazos,
Pedro de Paz
El señor editor estima que hay que consolarse y que la esclavitud es buena. En fin, nada raro en el pensamiento de un editor. Si hubiese acabado la frase diciendo: Y al empleado que le den por culo, hubiese completado con éxito el diccionario de frases preferidas de su gremio
Tienes un premio en mi blog, David.
Cuando quieras pasa a recogerlo.
Abrazos.
Liberty, también pienso en todos los pequeños comerciantes que cerrarán sus tiendas, en los dependientes que se quedarán sin curro, en esos zombis que no saben qué hacer un domingo salvo seguir el rastro de los escaparates y las tiendas abiertas. La libertad, como todo en este universo einsteiniano, es un concepto relativo.
Gracias, Dan. Quizá mi tendencia subjetivista provenga de mi naturaleza crítica hacia el poder, sea el que sea. Yo también prefiero mis novelas.
Mr. Hyde, la libertad tiene su lado Jekyll y su lado Hyde.
Ub, le creo pero no puedo creerlo.
Flecha Negra, el mundo del periodismo y la trata de becarios es un perfecto ejemplo de la nueva esclavitud que supone ciertas prácticas del liberalismo a lo bestia.
Don Javier Divisa, completamente de acuerdo.
García, críptico y nerudiano está Vd.
Lorena, a mí si me gustan los grandes almacenes y las pequeñas tiendas, me gusta tener la posibilidad de elegir.
Pobre, ¿se refiere a la Casa del Libro? Y si no estuviera Vd. allí, ¿quién iba a colocar mis libros en el escaparate? Qué putada tener que trabajar los domingos, me pasé cuatro años en esas condiciones.
Editor Ansioso. E irónico.
Emma, supongo que se refiere a su novio. No me diga esas cosas que me tiro.
Pedro, otro abrazo.
Era irónico, anónimo.
Gracias por el premio, fan.
Querido David Torres. La libertad de horarios comerciales, ¿qué efectos tendrá en el pequeño comercio? Que los pequeñocomerciantes podrán plantear sus estrategias de horarios como judgen conveniente. Podrán abrir los domingos, por ejemplo, si ven perspectivas de negocio. O cerrar los lunes como los museos (imaginate una tienda que esté al lado de un museo). O abrir toda la semana, si los gastos de personal están cubiertos por los beneficios. Los que hagan sus horarios inteligentemente saldrán beneficiados. Los que no se muevan o no se tomen la molestia de estudiar la nueva situación, probablemente vayan a peor.
Piensa que mucha gente (yo por ejemplo) va a las grandes superficies porque abren a horas que les convienen. Si la tienda de la esquina abre también a horas que nos conviene, compramos ahí. Junto a la casa de mis padres la farmacia de toda la vida se ha hecho "24 horas", y les va muy bien. La calle donde vivo está llena de pequeños comercios chinos que parecen estar siempre abiertos.
Ahora bien, el ultramarinos rancio de toda la vida que lleva igual desde maricastaña, casi casi por inercia, ese caerá, caerá seguro. Y esque las latas de garbanzos las tiene ya caducadas.
Estrategias de horarios, amigo Juan. Claro, como no habíamos caído antes. Un tendero puede abrir de 12 a 6 de la mañana, por ejemplo, y otros hacerlo únicamente a la hora de comer.
Yo creo que la libre competencia entre una cadena de grandes almacenes y el pequeño comercio es tan libre como un combate entre un boxeador profesional y un niño de cinco años. El niño puede emplear sus estrategias, eso sí, pero va a recibir hostias por todos lados.
Paradoja: Todo el mundo pone a parir la libertad de horario en los grandes almacenes, pero luego todo dios compra en El Corte Inglés. Hasta los progres de carné dicen respetar mucho al tendero de la esquina, pero luego a firmar a El Corte Inglés o la Feria del Libro , que tiene horarios leoninos. HipocresíA! O acaso tú no te sometes al horario del capital, David?
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