Bill Naughton: Alfie
El libro, pero más aun la película, fueron vendidos en clave de comedia. En parte, no les faltaba razón porque Alfie tiene pasajes divertidísimos. Las ocurrencias de este Casanova contemporáneo, ubicado en el Londres de mediados de los sesenta, componen todo un muestrario de críticas y observaciones sociales envueltas en un asombroso recital de cinismo.
Naughton se mete en territorios poco transitados por la novela con un escalpelo mojado en humor británico y suele salir más que airoso. Por ejemplo, al principio del libro, Alfie está en el coche con una chica. Acaban de terminar un acoplamiento amoroso pero la mujer vuelve a echarse en sus brazos. Gracias a la brillante prosa de Naughton, Alfie (que nunca deja de ronronear mentalmente, como un filósofo epicúreo a ras de piel) sortea con elegancia la incomodidad de la postura y la amenazadora sombra del gatillazo:
'No es que me preocupasen mis articulaciones sino la chaqueta. No quería que se me estropeara. Ya sé que debería habérmela quitado, pero era demasiado tarde. Desembrague usted en un momento así y comprobará que puede estropearse todo lastimosamente, si es una persona sensible como soy yo. Ella inició su actuación. Debo decir que tiene un hermoso busto. Nunca he conocido otra con semejante teclado, o como quiera usted llamarlo. Eso por hablar de prominencias y no de canales... Es como el túnel de Rotherhithe. Esta chica es Jayne Mansfield en la superfice y Mick McManus en el interior'.
Con todo, la novela (y también la película) juega un partido de tenis a cuatro manos en un extraordinario contrapunto temático. Aunque era muy fácil que siguiera esa dirección, Alfie no es un simple colección de encuentros amorosos contados por un canalla sin escrúpulos. Alfie tiene un hijo pero renuncia a él porque no quiere ver su libertad coartada por el matrimonio. Pasado el ecuador de la novela, la sonrisa de decanta definitivamente hacia el humor negro. En muy pocos libros puede encontrarse un pasaje como éste, donde el protagonista reflexiona con su sinceridad brutal sobre el tema de la paternidad imposible:
'Es muy rara la sensación que produce contemplar por primera vez la cara arrugada y rojiza de un bebé de quien te están diciendo que eres el padre. Experimentas una sensación curiosa, igual que si hubieras vuelto una esquina y te encontrases de pronto ante una banda militar'.
La escena del aborto, sórdida hasta en sus más mínimos detalles, probablemente no tiene parangón en la literatura contemporánea. Al final queda un regusto amargo, penoso, inolvidable, donde la soledad esencial del donjuan entona con tristeza su penúltimo canto del cisne.
Etiquetas: aborto, Bill Naughton, david torres, donjuan, literatura, Lo que estoy leyendo, Michael Caine, paternidad
9 Comments:
¿qué le parece el remake de Alfie que perpetraron hace no mucho?
No tenía ni idea de que la película estaba basada en una novela, intentaré conseguirla.
El remake con Jude Law no lo he visto, aunque me dijeron que era bastante flojito.
Un abrazo.
Desconozco la novela, aunque gracias a su entrada podré presumir de conocerla en profundidad. Bastará con presumir de ello ante amigos que no disfruten de internet.
Respecto a la película, la recuerdo cruda, pero no por el tratamiento que del texto se hiciera, sino por ese animal llamado Michael Caine, capaz de vulgarizar un diamante o de hacer brillar el lodo. La nueva versión... la interpreta Jude Law, que borda de tal manera los papeles de androide memo que ha vuelto evidente la conclusión: es uno de ellos.
Curiosamente estoy leyendo ahora lo último de McEwan, On Chesil Beach, que puede ser un contrapunto de Alfie: los ingleses que, a comienzos de los sesenta, aún no follaban. Curioso contraste.
No conocía tampoco la novela, sí ambas películas. De la segunda, que tengo más fresca, recuerdo como lo mejor la banda sonora a cargo de Mick Jagger.
www.howlinatmoon.blogspot.com
No conozco la novela, sí ambas versiones cinematográficas. Por la segunda deberían haber fusilado a guionista y director, como mínimo. A Jude se lo voy a perdonar por ser tan guapete y porque luego compensa con cositas como Breaking & entering y se me quitan las ganas de pegarle un par de bofetadas por tonto.
Yo, como soy como los ingleses de los setenta de McEwan, no pienso leer Alfie, no vaya a ser que me venga arriba y me ataquen las erecciones generales.
Priapo Nojo Doná
No he visto el remake de Alfie ni creo que lo vea a no ser que lo pasen en el avión o en el AVE y me pille sin libro y sin sueño.
Comparar a Jude Law con Michael Caine es como comparar, no sé, una rubia estupenda del Playboy con Katherine Hepburn.
Vaya, curioso el comentario del libro. He oído que en Europa del este comparan a algún escritor hispano con el tal Alfie, por lo chulesco y eso.
Curioso que aquí se mencionen tanta novela con película y película con novela; debe ser mas fácil escribir después de ver la peli de los libros.
Paro de escribir antes de que alguien descubra que no lo sé hacer.
Hola David, acabo de entrar por primera vez en tu blog y me encanta. A propósito de Alfie, no dejes de escuchar una canción de un grupo llamado Divine Comedy que se llama "Becoming more like Alfie".
Tiene una letra grandiosa.
Un beso.
P.D. La foto de tu blog es una de las fotos más bonitas que he visto en mi vida.
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