l Tropezando con melones - Blog de David Torres: Babel en estéreo

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martes, 6 de mayo de 2008

Babel en estéreo

La iniciativa de dar una misa políglota en 35 minutos parece sacada de un cruce entre un concurso para sabihondos y ese programa televisivo donde los contertulios tienen apenas un minuto para exponer sus argumentos antes de que el micrófono pegue gatillazo. El párroco Antonio Alzamora va a demostrar su don de lenguas con cánticos en alemán, inglés, italiano, latín y unas pinceladas en ruso. El periódico no especifica si incluirá también el catalán y el castellano, pero se supone.



Alzamora hubiese dado mucho juego como traductor para los arquitectos de la Torre de Babel aquel día aciago en que Jehová decidió confundir las lenguas y, de paso, proporcionar trabajo a un montón de futuros lingüistas, intérpretes y políticos nacionalistas sin otra idea en la cabeza que la matraca idiomática. Ignoro si la misa llevará también un complejo juego de subtítulos, como esas películas coreanas donde de repente aparece un detective hablando inglés y hay que colocar bandas de palabras alternativas: una para los nativos de Navalcarnero y otra para Carod-Rovira, que si no se cabrea. Hay que recordar que los chicos de Esquerra serán muy ateos, muy republicanos y muy suyos, pero ya en su día le pidieron al difunto Wojtyla que, cuando impartiera la bendición urbi et orbi no se olvidara el catalán.

Hasta hace unas décadas, la misa se daba de espaldas y en latín, que era la única lengua universal hasta que a Zamenhoff le dio por inventar el esperanto. Alzamora, en cambio, lo hará cara a cara y con la ayuda extra de unos cuantos guitarristas, pero yo creo que a quien debería pedir la música es a Román Piña, quien últimamente pare canciones protesta a la velocidad del sonido. A Piña no le costaría nada improvisar un par de letras en griego para darle un barniz más cultural al asunto y hacerlo todavía más divertido. Sólo que Piña canta con una lentitud perezosa y probablemente tendrían problemas de acople en los estribillos.

El lenguaje se inventó para que los hombres se entendieran hasta que llegó Jehová y decidió inaugurar la ONU, el cine subtitulado, el negocio de las academias de idiomas y los acentos regionales. Pero, para cumplir su promesa, el párroco de Santa Eulalia deberá hablar a una velocidad escalofriante, batiendo el record mundial de Michael Palin, el cómico de los Monty Python al que una vez invitaron a hacer la presentación de los Oscars y lo tuvieron que despedir porque con él la ceremonia acababa en diez minutos. No entiendo muy bien por qué tanta prisa, sobre todo teniendo en cuenta que, igual que otras actividades humanas (la conducción, el sexo o las operaciones a corazón abierto) la religión lleva su tiempo. A veces la velocidad no trae nada bueno y no sé si a algunos creyentes les hará gracia que la misa se acabe convirtiendo en una cadena de fast food, como si el milagro de la transustanciación fuese una hamburguesa.

(Publicado originalmente en El Mundo-El Dia de Baleares el 5 de mayo de 2008)

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9 Comments:

Blogger Nostromo said...

Para mí, buen David, no es una novedad. Cuando vivía en Seúl, hace una docena de años, asistía (mi ex era rusa) los domingos a misa en la catedral ortodoxa griega de la capital surcoreana, lugar por excelencia de encuentro de expatriados de Europa Oriental. Se oficiaba en los siguientes idiomas: griego, ruso, eslavónico (antiguo eslavo), rumano, inglés y coreano, y muchas veces en serbocroata, todos utilizados en una misma ceremonia dada la variopinta composición de la comunidad ortodoxa seulita.
Claro, la misa, entre homilías políglotas y cantos variados llegaba a durar dos horas y pico.
Lo peor de todo era que había que estar de pie la mayor parte del tiempo, como Dios manda.

Un abrazo
Nostromo

7 de mayo de 2008, 2:21  
Anonymous Anónimo said...

Lo suyo, en nombre de la globalización, es que en vez de hostias se repartieran, aleatoriamente, blinis, tortas de gazpacho,arepas y tortitas de maiz.
Y porciones de coca de pimientos, por aquello de la nota vernácula.
Fdo. Anselmo Buchaca, comulgador aunque escéptico

7 de mayo de 2008, 10:25  
Anonymous Anónimo said...

¿Román Piña hace canciones? Joder con el hombre orquesta: escribe, critica, edita, canta, hace pipas... He leído sus poemas eróticos en su web, que tienes enlazada, David, y me parece un gamberro muy sensible e ingenioso. Por algo es tu amigo y editor.
Muy gracioso lo de la misa.
Ratatui

7 de mayo de 2008, 14:14  
Anonymous Anónimo said...

Yo haría votos para que sólo se utilice música, así sería más entretenido y con un tiempo concreto. Además los músicos son guardianes de las tradiciones cristianas aunque a su manera, por ejemplo Miles Davis tocaba la trompeta de espaldas al público, como quien ya sabemos.

7 de mayo de 2008, 20:26  
Anonymous Anónimo said...

Apreciado Sr. Torres: le comunico que anoche terminé de leer su Niños de tiza. Si fuese de su interés, ya le ampliaré mis impresiones con mayor detalle, preferiblemente cuando tengamos ocasión de vernos ya que, al parecer, por estos pagos, ciertos especímenes de amargados crónicos tienden a confundir el justo reconocimiento de los méritos ajenos con el arte de la felación. Aun así, le adelanto un breve y sucinto comentario acerca de su obra:

¡Ole tus santos cojones! ¡Pedazo de novela, so cabrón!

Sin más por el momento, se despide atentamente,
Pedro de Paz

8 de mayo de 2008, 9:16  
Anonymous Anónimo said...

Amigo y tocayo Pedro (de Guerra).
No quería ofenderle con el comentario del otro día... era un poco irónico... pero al parecer no lo suficiente.
Le pido disculpas.
He empezado el libro. Me gusta.
Eso sí, no creo que le dedique ocho horas y media seguidas. Sin cena. Sin pis. Sin cabeceos.

8 de mayo de 2008, 10:35  
Blogger David Torres said...

¿Una misa en Seúl? Parece el título de una novela de Paul, el Austero.

Sr. Buchaca, eso mismo.

Las canciones de Piña pueden verse y oírse en youtube.

Pescaíto, yo vi a Miles dos veces en Madrid. La primera fue impresionante: el mejor concierto que he visto y que veré.

Don Pedro, muchas gracias. Creo que esa novela le toca las mismas fibras que a mí.

Anónimo, ni que leyera Vd. en un avión, rumbo a Australia.

8 de mayo de 2008, 10:59  
Anonymous Anónimo said...

Anónimo: quizá me equivocase yo. O quizá fuese el tono. O quizá la imposibilidad de transmitir determinadas percepciones a través de la pantalla, pero la referencia al almibar y a "Aquellos maravillosos años" me sonó a cuchufleta mal intencionada y peor contenida. Ante amigos y conocidos, las chanzas suelen ser bienvenidas, incluso participo jocosamente en ellas y las permito con agrado. Ante un anónimo que no firma lo que suscribe y del que desconozco su intencionalidad, no tengo porqué.

Pero, si quiere, podemos tratar de empezar de nuevo.

Un saludo,
Pedro de Paz

8 de mayo de 2008, 11:43  
Anonymous Anónimo said...

En efecto, Sr. Torres. Somos partícipes del mismo sustrato. No sabe lo cálidos y familiares que me resultaron determinados pasajes de su novela.

Abrazos,
Pedro de Paz

8 de mayo de 2008, 11:45  

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