l Tropezando con melones - Blog de David Torres: Corrigiendo la obra del Señor

David Torres, escritor, guionista y columnista

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lunes, 20 de octubre de 2008

Corrigiendo la obra del Señor

La historia de la medicina es también, en buena parte, la lucha del ser humano contra los seculares corsés de la estupidez, la superstición y los tabúes religiosos. Todo lo que hoy consideramos absolutamente normal en un quirófano y hasta en una consulta médica alguna vez estuvo prohibido y en ocasiones castigado con la muerte. Desde la simple visión de un cuerpo femenino desnudo hasta la autopsia de un cadáver. Kipling relata en un cuento delicioso la odisea de un monje medieval que trae de su viaje por tierras mahometanas un fabuloso avance de la óptica: unas lentes. Un superior del convento descubre el aparato, lo considera una invención del diablo y lo pisotea sin piedad contra el suelo, condenando al pobre viejo a la ceguera.



También el primer cirujano que se adentró en un cuerpo humano desafió todas las leyes divinas y humanas. En 1809, en Kentucky, Eprahim McDowell se atrevió a extirpar un gigantesco quiste de ovario a Jane Crawford. La operación fue un éxito porque Crawford tuvo el coraje de aguantar el corte a pelo sin anestesia de ningún tipo, y porque McDowell se saltó a la torera todos los códigos legales y deontológicos de la época.

Todo lo que ha soltado la Iglesia desde entonces ante cualquier clase de progreso médico no son más que berridos de alarma por esas correcciones de la defectuosa obra del Señor. Los oímos durante el primer transplante de corazón, los seguimos oyendo al tiempo que se descifran los últimos jeroglíficos del genoma humano, los seguiremos oyendo por los siglos de los siglos. Mientras tanto, una larga fila de obispos y sacerdotes van haciendo cola por las mesas de quirófano en lugar de predicar con el ejemplo y morirse.

No me puedo imaginar ni un solo argumento en contra del nacimiento de un bebé que podría salvar a un hermano gravemente enfermo. Si la vida es fundamentalmente amor, ¿habrá un acto de amor semejante al que pueda salvar una vida? Si el amor da la vida, ¿qué amor comparable a ese acto de procreación que trae no uno sino dos seres vivos al mundo?

Algún aficionado a la ética formal puede traer por los pelos el viejo argumento kantiano de que el ser humano debe ser usado siempre como un fin y no como un medio. Dejando aparte el hecho de que aquí el neokantiano de turno estará confundiendo el cordón umbilical con un ser vivo (es decir, los medios con los fines), el argumento de Kant adolece de una profunda penuria intelectual. Bastaría ir a comprar el pan para estar usando al panadero como un medio y no como un fin en sí mismo. Sin embargo, no hay nada inmoral en ir a comprar el pan, me parece.

La historia de la medicina es también la constante e infatigable persecución de las erratas divinas. Las dioptrías, los fallos cardíacos, el apéndice, las enfermedades infecciosas. Cristo curó a ciegos y leprosos con un pase de manos, pero nosotros tenemos que echar mano de la cirugía y de los antibióticos. No lo llamamos milagro, lo llamamos ciencia.

Puesto que, en efecto, la vida es sagrada, hay que hacer todo lo posible por conservarla, por perpetuarla, por mejorarla. A ningún escolástico con dos dedos de frente se le ocurriría defender la vida de un tumor canceroso o de una bacteria por encima de una vida humana. Sin embargo, la próxima vez que oigan tronar contra el próximo avance médico en nombre de la sacrosanta vida humana, fíjense bien. Seguro que el tipo en cuestión lleva gafas.

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15 Comments:

Anonymous Anónimo said...

David, creo que todos estamos indignados con los comentarios de los representantes de la Iglesia. Resulta que se "destruyen hermanos" -embriones, pero no se piensa en el hermano vivo y en el acto de amor, como bien dices.
La iglesia está en contra del divorcio, pero anula ,matrimonios (qué cjnes!); los casos de curas que abusan y tocan a niños están ahí y resulta que el sexo es para procrear y sólo dentro del matrimonio; la Iglesia es pobre y el Vaticano, millonario...la enumeración podría ser infinita. Creo que, con estas opiniones alejan a los pocos fieles que tienen. No creo que ninguna mujer dejaría de tener un hijo que salvara a tro de una enfermedad. A no ser uqe fuera masoquista y pensara que esto es un valle de lágrimas, que alguna debe haber.
Un beso

20 de octubre de 2008, 10:18  
Blogger Amigo said...

Qué gran razón tiene Don David: le vendrá bien un poco de alimento espiritual. Visite mi blog: todossomosdios.blogspot.com. Amén.

20 de octubre de 2008, 17:16  
Blogger pakiko said...

En realidad, el comunicado de la Iglesia es previdible, no se podía esperar otra cosa (o al menos yo no)de una institución que si de algo se ha caracterizado a lo largo de su historia es de ir en contra del progreso y del avance científico.No podíamos comer del "árbol del la ciencia", porque moriríamos. Tienen miedo a que investiguemos, a que conozcamos, a que sepamos: no se les vaya a joder el negocio.En fin,"ladran, luego cabalgamos".

20 de octubre de 2008, 17:55  
Anonymous Anónimo said...

Pues seguirá perdiendo fieles, no lo sé, pero parece que lo que no pierde es la capacidad de soliviantar, que es que es mentar la palabra y ya se arma el belén, por seguir con el tema…
Sobre el tema de los bebés medicamento David, la verdad es que apenas lo he seguido, ni sé qué comentarios se han hecho, así es que por el momento no puedo opinar.
Carlota

20 de octubre de 2008, 19:45  
Blogger Luis Amézaga said...

- Una maravillosa hazaña de amor el nacimiento de una persona para salvar a otra-. Ayyy, qué visión tan conmovedora de la realidad. Sabemos que las cosas ni son tan difíciles como las analizan algunos desde una postura ética salpicada de prejuicios y escrúpulos, ni tan emotiva como la del amor desinteresado y ¿nada utilitarista? por parte de los padres y médicos. Ni fanatismo religioso ni cientificismo envuelto en papel de celofán. No seré yo quien le diga a nadie lo que tiene que hacer o no. El planteamiento teórico es si todo lo que somos capaces de hacer, es lícito hacerlo. En cualquier caso, el debate es importante e interesante para que no caigamos en la acción sin reflexión. No pasa nada porque haya personas o colectivos que planteen sus dudas respecto a los motivos por los que se traen personas al mundo. En mi caso, fui concebido en una noche loca con eyaculación precoz (en gloria esté), que tampoco tiene una causa muy épica y aquí estamos apechugando.

21 de octubre de 2008, 23:03  
Anonymous Anónimo said...

Claro, con la iglesia hemos topado, no se da cuenta de que la sacrosanta vida humana difiere para cardenales y obispos de lo puramente científico y los avances de la medicina. Abrazote, David. Mire a ver, el otro día vi que habían colgado una fotografía suya con dos agradables féminas en militeraturas.com. No deje que le roben la imágen. Se empieza por ahí y se acaba en redtube.

22 de octubre de 2008, 16:33  
Blogger David Torres said...

Sí, son así de burros. Un beso, Oyana.

Alimento espiritual, qué oxímoron tan apetitoso, amigo.

Pakiko, así es, en efecto.

Carlota, no es difícil opinar, no hay mucho más que lo que yo cuento ahí.

Luis, sí, tengo una visión conmovedora de la realidad. Veo un nacimiento y me conmuevo. Esa foto que adorna el post es la más hermosa que he colgado hasta ahora. Soy así de cursi, qué le voy a hacer.

Abrazote, Javier Divisa. No me encuentro yo en esa página y menos con dos féminas. ¿Mi imagen en redtube, dice Vd.? Miraré en zoofilia.

22 de octubre de 2008, 18:53  
Anonymous Anónimo said...

Coño, trataré de buscarle el enlace.

22 de octubre de 2008, 23:44  
Anonymous Anónimo said...

Parezco un detective digital. Ahí va. David, recuerde a su amiga Amparo. Aparte de dos féminas, hay dos varones bien criados. Las siguientes letras no son mías: David Torres, Medel, Rosa y Pani. Era la presentación de la última novela de Antonio Paniagua "Corriente Alterna " , novela que os recomiendo por su humor, ironía y el estupendo y ....

22 de octubre de 2008, 23:52  
Anonymous Anónimo said...

Reconocer la belleza, conmoverse, mostrarlo y sentirlo no es ser cursi, es ser sensible y humano. Comprendo que los hombres lo habéis tenido más difícil y también entiendo que lo has dicho en clave de ironía, pero quería hacer esta reflexión para las almas bordes.
Una abraçada

23 de octubre de 2008, 10:19  
Anonymous Anónimo said...

¿Qué haré de ti, Efraín?
¿Qué haré de ti, Judá?
Vuestra piedad es como nube mañanera,
como rocío de madrugada que se evapora.

Por eso os herí por medio de los profetas,
os condené con la palabra de mi boca.
Quiero misericordia, y no sacrificios;
conocimiento de Dios,
más que holocaustos.

24 de octubre de 2008, 0:34  
Blogger ROSA ALIAGA said...

Te dejo una flor entre los melones...

24 de octubre de 2008, 8:34  
Anonymous Anónimo said...

m

24 de octubre de 2008, 21:21  
Anonymous Anónimo said...

sorry, el anónimo de la "m" era yo, haciendo una prueba porque no me dejaba hacer el comentario.


" (...) el debate es importante e interesante para que no caigamos en la acción sin reflexión. No pasa nada porque haya personas o colectivos que planteen sus dudas respecto a los motivos por los que se traen personas al mundo"

Faltaría más que se impidiera plantear dudas a nadie. El problema aquí son los asfixiantes presupuestos teóricos desde los que se plantean las dudas, dejando a un lado la forma alucinatorio-inquisitorial de expresarlas.

Es ya muy aburrido que la jerarquía de la iglesia católica se empeñe en arrogarse el poder de administrar "LA VERDAD" no sólo a sus fieles (muchos de los cuales, por cierto, hacen oídos sordos en cuestiones de sexo y materias conexas), sino a quienes no nos sentimos concernidos, llamados ni atraídos por esa pretendida verdad con mayúscula. Saludos.

24 de octubre de 2008, 21:32  
Blogger nbinkd said...

Pues sí, yo también me indigné por las declaraciones absurdas, crueles, prepotentes, y en definitiva, estúpidas, de la iglesia. Menos mal que tenemos el consuelo de comprobar que la sociedad va siempre un paso por delante de la iglesia. O bueno, diez kilómetros, porque a veces parecen anclados en la Edad Media.

25 de octubre de 2008, 13:21  

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